Pep desconectó al tridente

Pep Guardiola derrotó el pasado miércoles al Barcelona que el mismo contribuyó a crear, que perdió 3-1 en el campo del Manchester United. Lo hizo logrando que el tridente que forman Leo Messi, Luis Suárez y Neymar se “desconectara” durante la segunda parte, en la que la pérdida de protagonismo de los tres atacantes fue evidente. No fue la única cusa de una derrota inapelable, que también llegó por los numerosos errores en defensa, pero sin el tridente, el Barcelona pierde mucha pegada.

Hay un dato que corrobora esta desconexión: Messi, Neymar y Suárez combinaron hasta en 26 ocasiones durante la primera mitad, mientras que en la segunda solamente lo hicieron en 8. Además, únicamente remataron a puerta en 6 ocasiones, la mitad de ellas Messi, que fue el autor del único gol azulgrana. Hacía dos años que el Barcelona no perdía un partido en la fase de grupos de la Liga de Campeones. La anterior derrota fue cuando cayó por 3-2 en el campo del PSG, el 30 de septiembre de 2014.

Otra causa de la derrota estuvo en la poca eficacia defensiva, con un Ter Stegen que volvió a recibir críticas, sobre todo por el 2-1, un tanto de falta directa en el que evidenció mala colocación y poco acierto en el intento de despejar el lanzamiento de falta de De Bruyne. El propio meta alemán hizo ayer un tweet autocrítico: “Podemos hacerlo mejor, lo haremos mejor, dos partidos para clasificarnos”, escribió en su cuenta oficial, en referencia a que el equipo sigue líder y, por tanto, dependiendo de sí mismo para clasificarse como primero de grupo. El caso es que Ter Stegen no pasa por su mejor momento, ya que en los tres últimos partidos, aunque únicamente le remataron en ocho ocasiones, ha encajado cinco goles. El miércoles, el equipo inglés le marcó tres en los cuatro remates que hizo.

Otro jugador clave en el rendimiento del equipo, Sergio Busquets, tampoco tuvo su noche. Aunque el primer gol inglés parte de un mal pase de Sergi Roberto, el de Badia estuvo lento, no llegó a la recepción ni pudo frenar el remate de Gundogan. También provocó la falta, innecesaria, que supuso el 2-1 y cometió alguna que otra falta peligrosa por llegar tarde, así como algunas pérdidas impropias. La falta de Piqué y de Iniesta tampoco ayudó a un equipo que en la segunda parte perdió el balón y, con ello, el criterio.