El COI da por aplazados los Juegos de 2017 y el ayuntamiento se resiste

A falta de que el Comité Organizador de los Juegos Mediterráneos dé la confirmación oficial, previsiblemente esta próxima semana, Tarragona 2017 está cada vez más cerca de ser Tarragona 2018. Mientras desde el Comité Olímpico Español (COE) y el Comité Olímpico Internacional (COI), se da por hecho el aplazamiento de un año para la organización del evento, desde el ayuntamiento de Tarragona se negocia in extremis para conseguir que se celebran en la fecha prevista, del 30 de junio hasta el 9 de julio de 2017. El propio presidente del COE, Alejando Blanco, ya dijo el jueves que los Juegos se celebrarían probablemente en 2018 y ésta fue la propuesta que este organismo presentó ayer en la primera jornada de la reunión del Comité Internacional de los Juegos Mediterráneos, en Argelia.

El ayuntamiento tarraconense, no obstante, aprovechó la reunión para negociar tanto con el COI como con el COE, para intentar evitar el aplazamiento al que están abocados a causa de los problemas presupuestarios y las dudas de que alguna de las instalaciones esté finalizada a tiempo. El propio alcalde, Josep Félix Ballesteros, admitió ayer que no tenía “garantías financieras para celebrar el evento cuando está previsto”, añadiendo en el mismo comunicado que no había la “absoluta certeza de contar con la financiación necesaria”. Estas dificultades económicas ya obligaron a reducir el presupuesto de los Juegos, que ha pasado en un año de 38 millones de euros a 20. Desde el COE siempre se ha seguido con preocupación el desarrollo de la organización y el pasado verano ya advirtió que la situación era “grave y seria”. También se reclama al Gobierno 10 millones que no acaban de llegar.