Al final salió cruz

Esta vez salió cruz y el Actel Força Lleida perdió su imbatibilidad en el Barris Nord tras caer ante todo un exACB como el Gipuzkoa (71-73), al que tuvo contra las cuerdas tras remontarle 12 puntos y endosarle un parcial de 20-2 en el último cuarto. Pero los de negro, liderados por una increíble Sevillano, no supieron rentabilizar los diez puntos que lograron en los últimos cuatro minutos y acabaron perdiendo la oportunidad de establecer el mejor arranque de la historia del baloncesto leridano.

El Actel volvió tener una mala entrada de partido, como ya hizo el martes en Castellón, con muchas lagunas en defensa y espeso en ataque, donde solo Nevels veía el aro con cierta claridad. Ni Rubín de Celis primero, repitiendo titularidad, ni luego Sans supieron darle la velocidad y la precisión al juego, lastrado por las innumerables pérdidas. Hasta ocho solo en el primer cuarto, más de la mitad de las que acostumbra a regalar de media en cada partido.

La reacción que tuvo el equipo en el último cuarto, endosándole al rival un parcial de 20-2 que hizo creer en la victoria

Por fortuna, el Gipuzkoa tampoco anduvo demasiado fino, a excepción de Sergi Pino. En su retorno a la que fue su casa hace cuatro años, justo en la primera temporada del club, el exACB se reivindicó con un primer parcial impecable. De hecho, suerte tuvo su equipo de sus diez puntos, que le permitieron mandar durante buena parte del periodo, llegando a gozar de una máxima renta de cuatro puntos (11-15), reducida a uno (15-16) gracias a una canasta sobre la bocina del final de cuarto de Gerard Sevillano, a la postre el protagonista del partido.

Visto lo visto, estar uno abajo era un mal menor, pero había que reaccionar, y hacerlo ya. Tras recuperar los donostiarras los cuatro puntos de ventaja con un 2+1 de Ndoye, un triple de Feliu y una canasta de Sans, tras robarle la cartera a su marcador, devolvieron el mando del partido al Actel (20-19), que por momentos pareció recuperar su mejor versión. Pero fue un mero espejismo. Pino, que había tenido un merecido descanso, regresó a pista para volver a liderar el ataque gipuzcoano, esta vez con la ayuda de Mdoye, que se hizo grande en la zona rival. Dos canastas seguidas suyas elevaron la máxima renta de su equipo hasta los seis puntos (22-28), tras completar un parcial de 2-9 superado ya el ecuador del segundo cuarto.

Comenge se vio obligado a parar el partido y devolver a pista a Mbaye y Demetrio. Un tímido parcial de 4-0 detuvo de raíz la sangría visitante, pero las imprecisiones locales, sobre todo en el pase, y el pésimo acierto desde más allá de 6,75 (le salvó los buenos porcentajes de dos puntos), ayudaron a que el Gipuzkoa aumentara su ventaja hasta los ocho puntos (26-32). Y eso que los de Porfirio Fisac estuvieron nefastos desde la línea de triple. Por fortuna, el Actel sacó el orgullo en el tramo final y un triple y un tiro libre anotados por Sutina dejaron el duelo en el aire al descanso (32-34), que incluso pudo caer del bando leridano si el triple lanzado por Rubín de Celis sobre la bocina no se hubiera salido del aro.

El partido estaba siendo feo y solo la igualdad en el marcador ponía algo de emoción. El Gipuzkoa estaba confirmando por qué es el equipo que menos puntos encaja, mientras el Actel seguía lejos de su mejor nivel, tanto en defensa, donde concedía demasiadas segundas opciones, ni en ataque, donde los ‘habituales’ cañoneros, como Nevels o Demetrio, no aparecían.

Y siguieron sin aparecer tras el paso por los vestuarios. Esto, unido a más pérdidas de balón, algunas absurdas, allanaron el camino del Gipuzkoa, que ahora liderado por el veterano Ricardo Úriz fue incrementando la ventaja hasta los doce puntos (39-51). Era necesario un revulsivo y esa faceta la asumió un no habitual como Sevillano. El canterano se puso el equipo a la espalda y con seis puntos y una canasta anotada por Lasa en su propia cesta mantuvo al Actel en el partido (49-57) antes de afrontar el último cuarto.

Y vaya último cuarto. Los de negro, que estaban cerca del KO, resurgieron. Dos triples nada más empezar de Demetrio, que por fin apareció, y Sevillano, ayer tocado por una barita mágica, activaron al Actel, que ante la estupefacción de su afición firmó un demoledor parcial de 17-0 que le dio la máxima renta en todo el partido (66-57). Había pasado de ir ocho puntos abajo a dominar por nueve. Verlo para creerlo. Pero es que la ventaja aún llegó a ser de diez tantos con otra canasta de Sevillano. Parcial de 20-2 y 69-59 en el luminoso de un Barris Nord que rugía como nunca.

Pero aún quedaban 4 minutos por delante. Tocaba jugar con cabeza y asegurar los tiros, algo que no supo hacer el Actel, que tuvo miedo a ganar. Y de ello se aprovecharon los donostiarras, que con un parcial de 0-12 volvieron a retomar el mando (69-71). Con más corazón que acierto, Nevels anotó para forzar la prórroga, pero una última jugada del veterano Úriz hizo enmudecer a los 3.800 espectadores del Barris Nord, y el Actel perdía así la imbatibilidad en una noche de auténtica locura.