Futbol
Ni con apoyo moral
El incondicional apoyo de las peñas en Gavà no impide una nueva derrota del Lleida, traicionado una vez más por sus errores defensivos || Los de Siviero entraron fugazmente en el partido tras el gol de Casares, antes de desaparecer y ocupan zona de descenso
Lo del Lleida esta temporada va camino de convertirse en un bucle interminable del que parece incapaz de salir. Ayer en Gavà, ante un equipo que lleva sin cobrar desde agosto y en zona de descenso, sumó una nueva derrota (3-1), totalmente merecida, tras 90 minutos en los que, por momentos no jugó mal del todo, pero también en los que nuevamente se desconectó, dejando de competir. Con sus descomunales errores en defensa puso la victoria en bandeja a su rival y ahora ocupa posiciones de descenso.
Como suele ser habitual, el Lleida comenzó con ritmo el partido. Con un excelente Joel Huertas –incomprensiblemente sustituido a las primeras de cambio– encerró al Gavà en su parcela. Huertas (2’) lo probó forzando el primer córner y Toño Vázquez (3’) cabeceó fuera por poco el segundo. Tras la replica local, con dos buenas paradas de Campos, llegó la jugada clave. Un penalti de libro de Joel a Fran Moreno (19’) que el árbitro ignoró.
Y a partir de aquí el Lleida fue a menos, dejó el control en manos de los locales y acabó encajando el 1-0 en la última jugada de un accidentado primer tiempo, en que el juego estuvo parado durante seis minutos por lesión del árbitro. Primer córner contra el Lleida y Sascha, libre de marca, bate a Campos. El segundo tiempo fue aún peor. Con un auxiliar como árbitro principal y un colegiado local como juez de línea, el Gavà tardó tan solo dos minutos en poner el 2-0 en el marcador tras otro regalo defensivo leridano. Demasiado difícil para un equipo que no remonta un marcador adverso a domicilio desde enero del 2014 y, qué cosas, que no perdía en La Bòbila desde el 23 de febrero del 2002 (2-1 en la jornada 25).
Sin embargo aquí si que llegó una reacción leridana. Por orgullo o porque el Gavà se tomó un respiro. Casares marcó de cabeza el 2-1 en el minuto 54 tras un gran centro de Òscar Rubio tras correr la banda. El extremo leridano tuvo el 2-2 en sus botas pero su duro remate impactó en la cara del leridano Craviotto. Y a partir de aquí fue el Gavà quién retomó el mando del partido, ante un Lleida que no volvió a dar señales de vida salvo en un remate muy desviado de Cristian Alfonso (63’) que pudo ser expulsado nada más salir, tras un rifirrafe con Pla que les costó una tarjeta a cada uno. El técnico local, al ver que el pique continuaba, sentó de inmediato a su jugador para evitar males mayores.
Boris marcó el 3-1 en pleno desconcierto de los de Siviero, que lo protestaban todo y acababan entrando al trapo ante la agresividad de los locales, que iban matando así el partido. El doble goleador del Gavà aún pudo firmar un hat-trick en el 86 pero su tiro, muy ajustado y desde el borde del área, se fue al poste cuando Campos estaba ya batido. Y aún hubo más. En los cinco minutos de añadido, Campos tuvo tiempo de evitar el 4-1 con una gran parada a remate de David Jiménez.