FÚTBOL SEGUNDA DIVISIÓN B
Siete exjugadores denuncian al Lleida ante la AFE por una deuda correspondiente a la pasada temporada
El club asegura que el dinero está a su disposición, una vez firmen la liquidación del contrato
Al menos siete exjugadores de la pasada temporada han denunciado al Lleida Esportiu ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), reclamando una deuda pendiente de la campaña anterior. El club admitió la misma, pero tras recordar que 19 jugadores de la plantilla anterior “se encuentran al corriente de pago”, atribuyó los impagos a “la imposibilidad de gestionar de forma directa y personal la liquidación de los contratos”. Las cantidades corresponderían a primas, aunque tambien hay casos con alguna mensualidad, mientras que el club insiste en que al tratarse de un finiquito, éste debe firmarse personalmente, cosa que sí hicieron el resto de jugadores que están al corriente.
El excapitán del equipo, Raúl Fuster, denunció que el club no había respondido a sus “innumerables” llamadas para resolver los impagos. Además de Fuster, faltan por liquidar cantidades a Molo, Marc Martínez, Manu Onwu, Urko Arroyo, Diego Suárez y Pau Bosch, aunque en el caso de éste último el club atribuye la situación a circunstancias “excepcionales”, ya que juega en Hong Kong y recuerda que le facilitó el tránsfer.
El club reconoce la deuda, que ha comunicado a la Federación Española, así como su voluntad de pagar
El Lleida Esportiu asegura que nunca se ha negado a pagar, que solo lo impidió la citada “imposibilidad” de cerrar la liquidación y como prueba explica en su comunicado que han contactado con la Federación Española “para comunicarle la situación por la que no se ha podido resolver y liquidar los contratos, en contra de la voluntad del club” y que las cantidades reclamadas están “a disposición” de la RFEF para hacer efectivas las resoluciones. El club recuerda que los denunciantes “son los mismos” que ya denunciaron al club en mayo, junio y julio “a pesar de que en aquellos momentos estaban al día” por lo que ve una intención de “dañar la imagen del club”.