LO MEJORLO PEOR
Un Barça sin gol y sin Messi
Con las bajas del argentino y Luis Suárez, el equipo azulgrana no pudo derribar el muro del Málaga, con gol legal anulado a Piqué incluido || Leo sufrió un cuadro de indisposición y vómitos antes del encuentro
Sin Messi, el Barça fue ayer un equipo estéril, incapaz de superar la barrera defensiva del Málaga (0-0) y sobre todo a Carlos Kameni, dejando escapar la posibilidad de situarse líder provisional del campeonato antes del derbi madrileño entre Atlético y Madrid, que se disputaba horas después. El equipo que dirige Luis Enrique echó en falta al argentino, pero también a Luis Suárez, y pese a que tuvieron muy claro el manual para superar a la defensa del Málaga, en la práctica los azulgranas no tuvieron desborde en el uno contra uno, ni siquiera en los minutos finales, cuando los locales, con un hombre más en el campo tras la expulsión de Llorente, tuvieron las mejores ocasiones de gol. A la baja conocida de Luis Suárez, ausente por sanción, se sumó a última hora la de Messi. El argentino, con una indisposición acompañada de vómitos, se quedó a última hora fuera de la convocatoria, y Luis Enrique tuvo que improvisar una delantera con dos jugadores prácticamente sin minutos, Arda Turan y Paco Alcácer, acompañados por Neymar. El brasileño era el que tenía que aguantar el invento, pero Neymar tampoco estaba en la mejor condición física, con solo un entrenamiento en sus piernas y muchos kilómetros, después de los partidos internacionales de su selección.
Empezó bien el Barça. Trabajó el partido y proyectó el juego por las bandas, con las incorporaciones de los carrileros, especialmente por la derecha con Sergi Roberto como principal argumento, frente a la defensa de cinco diseñada por Juande Ramos. Esa buena disposición se tradujo en cinco aproximaciones antes del primer cuarto de hora, la mejor un remate de Piqué a la salida de un córner, que respondió con una gran intervención Kameni. Antes, Alcácer había sido protagonista en el inicio del encuentro. Marcó un gol en fuera de juego y dio una buena asistencia a Neymar que el brasileño no aprovechó.
El estado de forma de Piqué, que barrió todo lo que el Málaga generó y fue el arma más peligrosa en los balones colgados
La falta de recursos individuales y colectivos para hacer frente a un cerrojo como el que planteó ayer el Málaga
El Málaga, con las líneas muy retrasadas, lo confió todo a las carreras de Sandro. El exjugador del Barça fue el único que remató para su equipo en el primer tiempo.
Con el paso de los minutos, el juego de los azulgranas se encalló. Más allá de las acciones a balón parado, el Barça no tenía ocasiones y solo Rafinha (31’) y Busquets, al límite del descanso, inquietaron la meta de Kameni. Es cierto que el Barça pudo haber llegado al descanso con ventaja en el marcador después de sus numerosas ocasiones, pero esto no ocultó la falta de ideas en el centro del campo, la irregularidad de Neymar el día que no estaban Messi ni Luis Suárez y los agobios de Alcácer. El ariete valenciano trabajó, asistió a sus compañeros –especialmente a Neymar– y pisó área para rematar, pero sigue sin tener puntería. Mientras, Arda Turan y Denis Suárez fueron perdiendo dinamismo. El mejor resumen de la primera mitad fue una acción de Mascherano, al que anularon una acción de ataque al rematar en fuera de juego, aunque el disparo del argentino acabó estrellándose en el poste de la meta defendida por Kameni.
El fútbol del Barça fue todavía más plano durante muchos minutos de la segunda mitad. Frente a un rival parapetado cada vez más cerca de su guardameta, Kameni, el conjunto que dirige Luis Enrique no tuvo recursos para desequilibrar la defensa y tan solo alguna aproximación de Piqué ofreció alguna sensación de peligro. Incluso en una contra, Juankar pudo adelantar a su equipo en el minuto 56. Un minuto antes, los azulgranas habían reclamado un penalti de Ricca sobre Arda Turan que acabó juzgada por el árbitro como una dudosa falta del turco. Luis Enrique buscó en el banquillo una solución y encontró a Jordi Alba y a André Gomes, que entraron por Digne y Denis Suárez, pero el punto de inflexión pudo haberse producido con la expulsión de Llorente en el minuto 69 en una acción con Neymar, pero no fue así.
Algo cambió con el desborde ofrecido por André Gomes por la izquierda y su asociación con Neymar. Con quince minutos para el final, Piqué decidió jugar cada vez más cerca del área de Kameni y se convirtió en el segundo delantero. El Barça redobló su carga de ataque en los últimos minutos. Rakitic tuvo una excelente ocasión al rematar de cabeza un centro de córner de Neymar (81’). Y poco después a Piqué le anularon un gol legal tras un remate de André Gomes al larguero (83’). Las imágenes de televisión dejaron claro que el portugués estaba en posición correcta dado que un defensa del Málaga, Rosales, estaba más atrasado que él cuando el balón salió del pie del pasador, Mascherano. Tras el remate al larguero de Gomes, el balón llegó a Piqué, que remató a puerta vacía. Para colmo, Villanueva derribó claramente en el área a Piqué y el árbitro no señaló penalti. El tiempo añadido fue de infarto, con el Barça disparando con toda la artillería y Kameni achicando goles a Neymar (94’) y Piqué (95’) y la expulsión de Juankar (97’). El Barça acabó desesperado, con Piqué cojeando y disgustado por la oportunidad perdida de meter presión a Madrid y Atlético en la Liga, ofreciendo poco fútbol y nulas soluciones en ausencia de Messi, cuya figura se agranda un poco más en su ausencia.