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Más hundidos
El Lleida ya es penúltimo tras perder ante el Barça B y encadena su tercera derrota, la segunda seguida en casa || El filial azulgrana comenzó arrollando y tras el descanso los azules reaccionaron sin premio
El Lleida Esportiu sigue sin levantar cabeza y una jornada más continuará anclado en posiciones de descenso tras perder ante el Barça B por 0-2 en un Camp d’Esports con un aspecto de nuevo desolador, sin apenas público aunque no dejaron de animar al equipo, sobre todo en la recta final del partido. Dos goles del delantero leridano Marc Cardona, que apunta maneras de gran jugador en el filial barcelonista, acabaron con la resistencia de los hombres de Gustavo Siviero, que encadenan su tercera derrota, la segunda seguida en casa, y que llevan cuatro partidos que no ganan. En ese periodo solo han sumado un punto de los últimos 12 y mirando más allá 6 de 27 posibles. Ya acumula 7 derrotas, tantas como en toda la pasada Liga. Números abrumadores para un equipo que ante el Barça B solo existió tras el descanso.
El Lleida fue zarandeado en la primera mitad por un filial azulgrana que sacó sus cañones y torpedeó una y otra vez la nave a la deriva que fueron los azules. Al descanso se llegó con un mínimo 0-1 que pudo ser más amplio para los azulgranas que fueron auténticos puñales una y otra vez en el entramado defensivo planteado por Siviero con tres centrales y con los dos laterales (Rubio y Quintillà) trabajando a destajo arriba y abajo.
El gol en contra, sin haberse llegado aún al primer cuarto de hora de partido, generó dudas en un Lleida al que le pesa la clasificación y tantas otras cosas, sin un ambiente propicio en el Camp d’Esports y con problemas de toda índole. No es un problema ni de falta de actitud, ni parece tampoco que sea de entrenador porque el equipo se posiciona bien en el campo e intenta proponer. Que ayer uno de los mejores fuera Campos, con grandes paradas en la primera parte, lo dice todo. Si se está abajo es por una acumulación de errores y deficiencias, no viene de un partido aislado y hay que reflexionar sobre el porqué los rivales tienen tan alto porcentaje de acierto ante la portería leridana. Es cierto que tras el descanso hubo reacción y por momentos estuvo cerca el 1-1.
Siviero introdujo cambios y varió el esquema para acabar con un 4-4-2. Las entradas de Cristian Fernández y Doncel ofrecieron esa capacidad de desborde que había faltado, pero además el equipo le puso una marcha más al partido. El Barça B ya no se sintió tan cómodo y esta vez los locales sí apretaron. El Lleida puso el alma a falta de otros argumentos, pero le pesaron las carencias ante el gol. Ha marcado uno en los últimos 4 partidos y ha recibido siete, todos en los tres últimos.
Con el Lleida volcado, sobre todo tras quedarse el Barça B con diez, y el escaso público animando con fuerza al equipo, el filial azulgrana enganchó en el minuto 84 un contragolpe –su única ocasión en toda la segunda parte– que culminó Marc Cardona (0-2).