Misión cumplida

El FC Barcelona superó ayer al Celtic (0-2) y ya es equipo de octavos de final a falta de una jornada para el término de la fase de grupos, y como primero tras el empate del Manchester City ante el Borussia Mönchengladbach. Lo logró con un doblete de Leo Messi. Primero con un gol de jugada colectiva tras magistral asistencia de su socio Neymar, y luego al transformar un penalti que forzó el otro miembro de la sociedad MSN, Luis Suárez, que elevan la cifra goleadora en la actual Champions a nueve en diez partidos, superando ya su mejor registro en la fase de grupos que fue en la campaña 2014-2015 con ocho.

Este doblete le permite llegar a la mágica cifra de los 100 goles en competiciones internacionales, todas ellas como barcelonista y en solo 119 partidos que ha disputado entre Champions League, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes. De estos 100 goles, 92 han sido en la máxima competición de clubes, 3 en la Supercopa y 5 en el torneo mundialista, superando al madridista Cristiano Ronaldo, que lleva 99 goles pero en 141 partidos. Además, el azulgrana se ha convertido en el primer jugador de la historia que consigue estos cien goles en un mismo club, el Barça.

Reapareció el ‘10’ azulgrana tras su indisposición ante el Málaga para restaurar el orden natural de las cosas. El típico día en el que Messi parece decirles a Neymar, Suárez, Rakitic y compañía: “Tranquilos, todas a mí”. Uno de esos días en que en solo se juega a lo que quiere la ‘Pulga’. En su primera conexión de fantasía con Ney a punto estuvo de hacer el primero, pero la entregada defensa escocesa rechazó ‘in extremis’ el remate seco que el argentino había escogido para fusilar a Gordon.

Messi cruzó demasiado una asistencia de Jordi Alba poco después. Solo se había jugado un cuarto de hora de partido y los azulgranas estaban rondando el gol. Y a la tercera llegó la vencida y el argentino puso el 0-1 al rematar de primeras, al palo corto de Gordon, una ‘picadita’ sensacional de Neymar, que ayer exhibió sus dotes de asistente.

Tras el gol, el ‘crack’ de Rosario continuó desplegando su inagotable repertorio en un Celtic Park abarrotado y que no paró de animar a los suyos. A Luis Suárez le puso el segundo en un centro preciso, tras romper la cintura de Izaguirre a cinco minutos para llegar al descanso, pero el delantero uruguayo cabeceó a bocajarro y Gordon tuvo una reacción felina que evitó el gol. Y el Celtic, que necesitaba un milagro para seguir vivo en la Champions, se marchó a los vestuarios con la sensación de que al menos seguía vivo en el partido. El equipo de Brendan Rodgers arrancó bien el choque, arropado por la maravillosa atmósfera que siempre genera su estadio, yendo a buscar a los azulgranas muy arriba y presionando la salida del balón. Sin embargo, sus buenas intenciones solo se tradujeron en una ocasión de gol en los primeros 45 minutos: un disparo de Dembelé que Ter Stegen atajó en dos tiempos.

Los locales mejoraron sus prestaciones al inicio del segundo acto. Lo probó McGregor con un inocente tiro desde la frontal y Dembelé con un tibio remate de cabeza. En ambos casos se encontraron con un concentrado Ter Stegen. Fueron diez minutos de acoso local que se acabaron cuando Izaguirre cometió un penalti absurdo al placar a Luis Suárez en una lucha por ganar la posición dentro del área. Messi dejó que Gordon se venciera hacia su izquierda y golpeó centrado y raso para poner el 0-2. Nueve goles en solo cuatro partidos de ‘Champions’ esta temporada. Un escándalo.

El ‘10’ del Barça, en otra conexión con Neymar, disparó rozando el palo derecho de la meta escocesa mediado el segundo acto. Hubiese sido la sentencia de no ser porque el duelo ya lo estaba. Tanto, que Luis Enrique aprovechó los últimos veinticinco minutos para dar entrada a Digne por Alba, hacer debutar al brasileño del filial Marlon en la Champions, en sustitución de Gerard Piqué, que volvió a estar imperial junto a Mascherano en el centro de la zaga, y meter a Arda Turan para evitar la posible expulsión de Neymar, que a estas alturas del choque andaba ya demasiado caliente en su duelo con Lustig.

Con el brasileño fuera del terreno de juego, Messi se dedicó los últimos minutos a buscar a su amigo Luis Suárez para regarle su gol y que la fiesta fuera completa. Lo encontró a falta de siete para el final, en otra jugada individual que terminó con un regalo al punta charrúa que este desperdició estrellando el balón en el palo de la portería de los escoceses.