LO MEJORLO PEOR
Remontada estéril
El Actel Lleida reacciona en el tercer cuarto pero varios errores le condenan a la tercera derrota consecutiva || Al equipo leridano le faltó intensidad en defensa y dirección
El Actel Força Lleida encadenó ayer la tercera derrota consecutiva, la cuarta en lo que va de temporada, después de perder ante el Coruña por 80-89, en un partido en el que llegó a remontar 10 puntos pero que acabó echando por tierra por errores puntuales en el último periodo.
Con la novedad de Marc Martí en el quinteto titular por un renqueante Demetrio, que apenas había podido entrenar durante la semana, el Actel Lleida saltó a la pista mandando con cierta solvencia (6-2), pero pronto se le acabó el crédito ante un Coruña que exhibió todo su potencial como equipo en el primero tiempo. Con un parcial de 1-5 se situó con ventaja (9-13) y obligó a Borja Comenge a dar entrada a Demetrio y Sevillano por unos desacertados Martí y Feliu. El brasileño y el badalonés pronto se entonaron y junto a Alzamora mantuvieron al equipo a flote (15-20, m.10).
La mejor versión del Actel se vio tras el descanso con un parcial de 27-17 que invitó a soñar con el triunfo
Las sensaciones no eran nada halagüeñas. Al Actel le faltaba ritmo porque ni Agustí Sans, que repitió de titular, ni Rubín de Celis se lo supieron dar, y sus transiciones ya no intimidaban, todo lo contrario de un Coruña que llevaba puesta una marcha más, lo que le dio varias contras plácidas en el segundo periodo. Solo se habían jugado 59 segundos del segundo cuarto y Comenge tuvo que pedir tiempo muerto porque el partido tenía visos de romperse, tras un parcial de salida de 0-5 del Coruña, que pasó a doblar su ventaja (15-25). Pero esta vez las instrucciones no surtieron el efecto deseado y el técnico leridano volvió a deterner el partido dos minutos y medio después. El cuadro coruñés, con posesiones rápidas y buena circulación del balón, seguía ganando por 10 puntos gracias ahora a su potencial interior, donde brillaron Sergio Olmos y Zyle. Y por si fallaban, ahí estaba Djuran para recoger los rechaces y anotar en segundas opciones.
Un triple de Nevels, el primero del Actel, pareció reactivar a los de negro, que llegaron a situarse a cinco puntos a un minuto del descanso (35-40), tiempo en el que bajaron un punto su intensidad y permitieron al Coruña llegar con una ventaja de 9 puntos (36-45), un mal menor a tenor de cómo había ido el partido. Lo único positivo es que el Actel, blando en defensa y desacertado en el tiro, estaba vivo, y más lo estuvo tras un tercer cuarto en el que le dio la vuelta al marcador.
Tras un intercambio de canastas que solo benefició al Coruña (40-49), un parcial de 7-0, con cinco puntos consecutivos de Feliu, acercaron al Actel a solo dos puntos (47-49), racha que Joan Creus cortó de raíz con un triple. Aun así, la imagen ya era otra. La intensidad había subido en defensa, donde los gallegos ya no anotaban con tanta facilidad, y el ataque era algo más preciso. Otro parcial de 7-0 permitió al Actel volver a comandar el marcador después de muchos minutos, llegando al final del cuarto ganando por un punto (63-62) merced a los puntos de Sutina.
La victoria volvía a ser una posibilidad real, y lo continuó siendo gracias a apariciones esporádicas, primero de Sans, que se rescabaló de su mal partido anotando cinco puntos consecutivos, incluido un triple (68-67), y después de Feliu, que con otra canasta de tres privó a los gallegos irse en el marcador (71-73). Pero llegó la jugada clave que desconectó definitivamente a los leridanos. Después de robar un balón, con Mbaye lanzándose al suelo para dar una asistencia a Sutina, este no acertó a anotar y en la jugada posterior Djuran clavó un triple que hizo mucho daño. Se había pasado de la posibilidad de empatar a 73 a perder por 5 puntos (71-76). El canterano, otro de los que jugó mermado físicamente, erró un tiro y Moneghan castigó al Actel con un triple desde siete metros. Para colmo, un error de entendimiento entre Mbaye y Sans permitió a Sabonis situar de nuevo los diez puntos de renta. Quedaba sentenciado el partido, a pesar del intento baldío de los de negro por evitar lo inevitable: la cuarta derrota, tercer consecutiva.