LO MEJORLO PEOR
Reconciliación feliz
El Lleida logra ante el Llagostera un triunfo de oro en el primer partido en el que el se había levantado el veto a 57 aficionados || Martí y Cristian Alfonso, de penalti, remontaron
De penalti y en el último minuto. El Lleida necesitaba imperiosamente una victoria que alimentara su decaída moral y lo consiguió ayer ante el Llagostera (2-1), haciendo realidad el tópico: De penalti y en el último minuto. La paz social firmada entre club y peñas, llegó acompañada, en el primer partido en el que se había levantado el veto a 57 seguidores azules, de una victoria tan deseada como imprescindible. Fue el final feliz a una reconciliación necesaria. Y, casualidad, o causalidad, la paz llegó acompañada de un triunfo de oro para los jugadores leridanos. Sin embargo, la paz no aportó más asistencia al Camp d’Esports, con unos escasos 500 aficionados. El frío y el horario, no eran la mejor invitación.
El fútbol es caprichoso. El Lleida logró la victoria remontando por primera vez un marcador adverso esta temporada, tal vez en el partido que menos méritos hizo para ello. En otros partidos, con más ocasiones de las que fue capaz de crear ayer, con más juego colectivo del que elaboró ayer y con un mayor dominio del partido del que tuvo ayer, el premio se le había escapado. Pero ayer tuvo fe y aportó rabia para levantar un partido que estaba perdido.
El Lleida salió frío al campo. Le costó entrar en el partido y en la primera mitad estuvo a mercer del Llagostera, que merodeó el área leridana con frecuencia, liderato por un Álex Colorado que volvió a destilar su clase. El Lleida vio de lejos al meta visitante y en toda la primera mitad no fue capaz de lanzar un solo remate entre los tres palos. Un cabezazo de Fran Moreno que salió fuera (21’) y una buena jugada individual de Carlos Indiano, que también remató desviado (31’), fueron las tímidas aproximaciones del Lleida. Muy poca cosa ante un rival que daba más sensación de peligro y que pudo marcar en sendos remate de Colorado (9’ y 38’) y en otro de Rubén Martínez (23’). Álvaro Campos estuvo impecable en los dos primeros salvando a su equipo, y en el tercero, el jerezano remató fuera, muy ajustado al poste. El 0-0 con que se llegó al descanso era un premio generoso.
Mal se pusieron las cosas para el Lleida nada más empezar la segunda mitad. Manel remató de cabeza el 0-1 (48’) en un córner botado por Colorado. El equipo revivía de nuevo la pesadilla que le ha llevado a las posiciones de descenso. Marcador en contra y, esta vez, muy poca capacidad ofensiva. El Llagostera tenía el partido en su mano y, tan seguro estaba de la victoria, que perdió la ambición necesaria para sentenciar a un rival que estaba herido.
Pero ya se sabe que la fiera herida es más peligrosa. Y el Lleida no se resignó a una derrota que hubiera sido un desastre. Òscar Rubio dio el primer aviso con un cabezazo en el minuto 72, que detuvo Moragón. Y Guillem Martí logró el empate con otro testarazo en el 81.
El gol fue como un interruptor que encendió al Lleida. El Llagostera también daba por bueno el empate, y en el último minuto llegó el premio para la ambición del Lleida y el castigo a la desidia rival. Valentín derribó a Martí dentro del área y Cristian Alfonso asumió la responsabilidad de convertirse en héroe. Marcó el 2-1 y el Lleida sumó tres puntos de oro.