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¡Esto es otra cosa!
El Barça se reencontró con la victoria en la Liga después de tres empates consecutivos, al superar ayer al colista Osasuna en El Sadar por un claro 0-3, en un partido que hubiera podido dejar sentenciado al descanso de haber tenido un mínimo de acierto en ataque. El equipo azulgrana aprovechó la profundidad de Jordi Alba para romper el orden defensivo de Osasuna, que sigue sin ganar en casa, y solventar el partido en Pamplona con un gol del uruguayo Luis Suárez y dos del argentino Leo Messi.
A pesar de enfrentarse al colista, Luis Enrique salió con todo su arsenal, salvo Rakitic y Mascherano, y su equipo fue dueño absoluto del juego durante la primera parte, abusando de la posesión del balón y creando clarísimas ocasiones de gol, pero entre Nauzet y la falta de puntería, Osasuna aguantó el empate a cero al descanso. Como ya hiciera ante el Borussia Mönchengladbach, una defensa correcta y una recuperación en posiciones adelantadas, permitió al Barcelona maniatar a un equipo que inquietó bien poco a Ter Stegen.
El Barça tuvo cuatro claras ocasiones para marcar en la primera parte, pero el palo y Nauzet lo evitaron
Luis Suárez dispuso de la primera ocasión clara del choque en un desmarque a la espalda de la defensa rojilla tras un pase interior de Messi que el uruguayo cruzó en exceso ante la salida de Nauzet. No había salido Osasuna de su atolladero cuando el ‘9’ azulgrana estrelló en el poste la ocasión del 1-0, apenas cuatro minutos después de la primera oportunidad. Seguía el dominio total del Barcelona, con un Iniesta omnipresente, y Nauzet se erigía como hombre más destacado del primer parcial, sacando un pie salvador ante Messi pese a vencerse al suelo.
El cuadro de Joaquín Caparrós fiaba todas sus opciones de puntuar a la velocidad de sus puntas, sobre todo Sergio León, pero casi lo pagó en un despiste defensivo que cerca estuvo de facturar Messi tras una combinación con Luis Suárez, pero otra vez Nauzet sacó una mano prodigiosa para enviar el balón a córner. La falta de acierto azulgrana, unida a su incapacidad para encontrar el último pase, dio confianza al cuadro navarro, que tuvo su ocasión antes del intermedio. Sergio León, percutiendo a la espalda de un Sergi Roberto muy adelantado, cambió el juego para la entrada de Miguel de las Cuevas, que disparó cruzado y Riera se lanzó a la desesperada sin conseguir batir a Ter Stegen.
Llegaba el tiempo de descanso con un Barça dominador pero estéril de cara a portería, que dispuso de su última ocasión en el minuto 44 con una internada del turco Arda Turan, que mandó el astro argentino fuera por muy poco. Osasuna salió vivo de la primera mitad a pesar de las numerosas llegadas claras del Barcelona, que desperdició cuatro acciones de goles cantados.
A la vuelta de vestuarios, Sergio León rozó el golazo tras una galopada en solitario desde el círculo central que definió con una vaselina lejana, que envió al travesaño ante la atenta mirada de Marc-André Ter Stegen. El susto no hizo variar el guión del partido, con un Barça dueño de la posesión en posiciones de peligro.
En el minuto 58, por fin Luis Suárez abrió el marcador en posición legal para alivio de Luis Enrique al empujar al fondo de la red un pase de Jordi Alba, tras una jugada de combinación de la escuadra barcelonista en la que los locales reclamaron un fuera fuera de juego del uruguayo que no existía. Amasaba y tocaba el Barcelona y hundía, minuto a minuto, a Osasuna, que seguía vivo gracias a la buena actuación de Nauzet bajo palos, sacando un zurdazo raso de Messi. Mientras, Caparrós agotaba cambios para cortar la racha de tres derrotas consecutivas con la que llegaba su equipo, dando entrada a Kodro por Oriol Riera. Pronto llegó la sentencia azulgrana a través de otra incorporación de Jordi Alba que remachó en semifallo Messi con un remate cruzado inalcanzable para Nauzet (0-2, 73’).
Osasuna, muy castigado físicamente, no tuvo capacidad de reacción, aunque buscó el gol en ocasiones de Sergio León y Álex Berenguer que desbarató Ter Stegen, muy seguro. Ya en el descuento, la ‘Pulga’ cerró con su segundo tanto un resultado (0-3, 92’) que terminó por tranquilizar a un Barcelona que se dejó ir con el paso de los minutos, pero Osasuna no llegó a encontrar la forma de penetrar en la seria defensa azulgrana para hacer el gol del honor.