LO MEJORLO PEOR
Peor imposible
El Lleida vuelve a la zona de descenso tras una nueva derrota ante el Valencia Mestalla víctima de sus propios errores || Los de Siviero pudieron ser goleados pero estuvieron siempre dentro del partido
Enésima decepción del Lleida esta temporada con una nueva derrota que devuelve al equipo a la zona de descenso tras haber sumado cuatro de los últimos seis puntos. En el Antoni Puchades de Paterna fue como vivir de nuevo una historia ya dolorosamente repetida. Siviero volvió a improvisar un nuevo once titular, a la espera de encontrar una alineación que funcione, pero su planteamiento se fue de nuevo al garete con un gol a las primeras de cambio que el equipo ya fue incapaz de remontar.
Y lo que es peor. De no ser por la extraordinaria actuación de Álvaro Campos, unido a la falta de puntería de los valencianos, el resultado hubiese sido una goleada de escándalo. Campos salvó hasta cuatro goles cantados con otras tantas intervenciones; los locales enviaron fuera goles cantados y el poste repelió un remate de Aridai, el mejor del partido junto con Eugeni Valderrama, el ex del Lleida, que ayer cuajó un partido completísimo. Pero, mira por dónde, ese exiguo 1-0 y con un Valencia que no supo cerrar el partido, permitió al Lleida seguir vivo hasta el final, sin irse del encuentro y siempre con la opción de poder entrar en él en una jugada aislada. Lo que ocurre es que ayer el Lleida no estaba para muchas alegrías ofensivas. Seis remates desviados, pero desviados desviados, en el primer tiempo, y nada más. En el segundo, ni eso, salvo un remate, flojo y mal colocado de Casares, nada más entrar en el campo, que obligó a Antonio a agacharse, con una ligera flexión, y detener un balón que pudo atajarlo con los pies.
En cambio, los errores de concentración azules hicieron de su defensa un coladero y, lo que Siviero define como “tomas de decisiones equivocadas”, acabaron suicidando al equipo como en la jugada del único gol del partido. Campos mandó un balón a Òscar Rubio que intentó jugarlo para perderlo ante la presión de Eugeni Valderrama, que mandó un centro largo a Aridai que se fue por piernas para fusilar a Campos desde el interior del área.
Y aún hubo más ocasiones que no fueron gol de auténtico milagro. Y si, ya en el segundo tiempo, había alguna mínima opción de remontar, se fue al traste con la expulsión del Turu Flores que se ganó la segunda tarjeta, tras perder un balón franco, ante Jordi Sánchez, al que tuvo que derribar para evitar que se quedase solo ante Campos. Este también se jugó la expulsión en una salida desesperada ante Nacho Gil para detener el balón con la mano fuera del área, pero el árbitro, en su única acción polémica, pese a las protestas del público y jugadores locales, se limitó a señalar la falta y mostrarle la cartulina amarilla.
A partir de aquí, el Valencia, convencido ya de su triunfo, se limitó a dejar pasar los minutos hasta el pitido final del colegiado. No necesitó más.