LO MEJORLO PEOR
Peor, imposible
Terrible partido del Actel Lleida ante el Clavijo, que arrolla a los de Comenge que suman la tercera derrota consecutiva || El partido quedó ya casi sentenciado en el descanso
El Barris Nord vivió ayer la peor pesadilla de la temporada. El Actel Força Lleida, que se presentaba como favorito ante un Clavijo que solo sumaba cuatro victorias, cayó de forma humillante (56-80) y encajó la tercera derrota consecutiva. Los leridanos cerraron la primera vuelta de la peor manera, con derrota y, lo más preocupante, con una imagen desastrosa en el que fue el debut de Papantoniou ante su nueva afición. Como el resto de sus compañeros, mejor olvidarlo lo antes posible.
Muchas dudas en defensa en el inicio de partido, que el Clavijo aprovechó rápidamente para encontrar el punto flaco de los leridanos. Tres triples consecutivos de los riojanos pusieron en alerta a la grada y un cuarto de Garrido dispuso la máxima diferencia a favor de los visitantes (10-16), ante un Actel Lleida que vivía de la inspiración de Demetrio, víctima de constantes personales. Comenge dio entrada a Rubín de Celis y Feliu para intentar frenar la facilidad con la que anotaba un Clavijo que se puso 7 arriba (15-22) después de un nuevo triple. El técnico leridano tuvo que parar el partido y solo una penetración de Nevels salvó el primer cuarto de un marcador más amplio.
El base Papantoniou, como el resto de jugadores del Actel Lleida, tuvo ayer una mala actuación
El segundo parcial fue una auténtica pesadilla. Después de un esperanzador triple de Martí empezó un recital de imprecisiones y errores que el Clavijo, inspirado como estaba, aprovechó al máximo. Comenge tuvo que parar de nuevo el encuentro con el 22-33, pero la sangría no quedó aquí. Canasta de Gerun y triple de Bravo para una desventaja de 16 puntos (22-38). El público del Barris Nord se frotaba los ojos. Le habían cambiado el Actel Lleida del inicio de temporada. Los de negro solo eran capaces de acercarse a base de tiros libres, que a duras penas entraban, y los riojanos ampliaron su renta hasta los 18 (24-42). Las dudas ya eran una realidad. Para miniminar el daño aparecieron Mbaye y Sutina, que dejaron el 27-42 para una segunda mitad que se le presumía más que complicada a los leridanos. Levantar 15 puntos de margen. La buena noticia, que ya se había agotado todo el suministro de mala suerte y que peor no se podía hacer con un tremendo 9 de 24 en lanzamientos de campo. En el segundo cuarto, dos canastas de Sutina y un triple de Martí.
Sin noticias de reacción después del paso por los vestuarios, ya que al Clavijo solo le bastó un triple de Galarreta y una canasta de Gerun para renovar los 18 puntos de margen. Además, los colegiados no ayudaron demasiado señalando una antideportiva a Sevillano. Nevels lo intentaba por su cuenta, con apariciones esporádicas, pero los riojanos eran ayer un equipo más entero y, sobre todo, veían la canasta como una piscina olímpica. Gerun le dio el relevo a Galarreta, que con sus lanzamientos de tres terminó por sentenciar el partido. Con el 38-61, Comenge intentó arreglar la situación, si es que se podía, pero los visitantes siguieron a lo suyo, arrollando a un pobre Actel Lleida que parecía el equipo que estaba en la zona baja de la tabla. Otro triple de Pressley suposo la máxima de 27 puntos a favor del Clavijo (38-65). Solo un triple de Sutina y una antideportiva de Galarreta suavizaron la soberana paliza que estaban recibiendo ayer los de negro en un atónito Barris Nord (43-65).
Quedaban diez minutos por delante, aunque muchos de los jugadores hubieran preferido que el partido ya se hubiera terminado. De nuevo el Clavijo terminó con cualquier intento de ligera reacción en el arranque del último cuarto. Cinco puntos de Pressley y Galarreta para situarse otra vez 27 puntos arriba (43-70). Comenge volvió a intentar ajustar el sistema, todo esto con Hermet sobre la pista y sin noticias de Mbaye, y el partido entró en esa fase en la que todos quieren que termine lo antes posible. El Actel Lleida intentando rebajar el ridículo y el Clavijo probando de ahondar aún más en la herida. Al final, un resultado de escándalo (56-80) para cerrar la primera vuelta de la competición.