FÚTBOL VIOLENCIA
El árbitro agredido tiene la nariz rota y denuncia al jugador ante
El árbitro J.B.I., agredido por un jugador juvenil el pasado sábado en Vilanova de la Barca en el partido entre la Escola de la Noguera y el Cervera B, tiene fracturado el tabique nasal, del que podría ser operado, además de un ojo hinchado, tras las pruebas médicas a las que se sometió en el Arnau, que abandonó ya de madrugada.
El colegiado, tras recibir el informe médico, presentó denuncia ayer en Tàrrega –donde reside– ante los Mossos d’Esquadra contra el jugador del Cervera, P.P.F., que le propinó un puñetazo cuando iba a ser expulsado.
La Federación Catalana impondrá un duro castigo al agresor, que podría ser de hasta 25 partidos
J.B.I. todavía se sometió ayer por la mañana a nuevas pruebas médicas para determinar si deberá pasar por el quirófano para reducir la fractura nasal, algo que dependerá de su evolución en los próximos días.
Mientras estaba ayer por la mañana en el Arnau recibió la llamada del entrenador del Cervera B pidiéndole disculpas en nombre de todo el equipo, según explicaron a este diario fuentes próximas al colegiado. La versión contrasta con la del Cervera, ya que, según su presidente Ramon Bernaus, el jugador se trasladó acompañado de un técnico del equipo para pedir perdón al árbitro, informa Xavier Santesmasses. Bernaus, que añadió sentirse perplejo y contrariado por la actuación del jugador, ya que “es un joven introvertido que nunca había tenido conflictos con nadie, ni dentro ni fuera del equipo”, anunció que hoy la junta del club decidirá si toma alguna medida contra él por su comportamiento. No obstante, aclaró que “es un tema que debemos estudiar muy a fondo. Quizás apartarlo del equipo podría ser malo para el futbolista ya que podría afectar a su círculo de amigos. Además se trata de un acto aislado y un tanto insólito”.
Bernaus añadió que de momento no ha llegado ningún comunicado al club y, según la Federación Catalana de Fútbol en Lleida, nadie del club de la capital de la Segarra se dirigió ayer a ningún representante de esta entidad, algo que ha sorprendido dada la gravedad del incidente.
El subcomité de competición de la delegación territorial de la Catalana en Lleida, que esta semana abrirá con toda probabilidad expediente antes de imponer la sanción, aplicará un duro castigo al agresor, a modo de ejemplaridad, que podría ser de hasta 25 partidos.
Además, la denuncia que presentó el árbitro ante los Mossos también puede derivar en una sanción.