“Gran punto en un mal partido”

Gustavo Siviero aseguró, tras el At. Levante-Lleida, que lo mejor había sido el punto sumado por su equipo “en un mal partido”. “Nosotros quizás queríamos otra cosa pero nos hemos tenido que adaptar a las circunstancias; el campo, el rival, el viento y también la necesidad de puntuar que teníamos dos dos equipos, que también ha influido”. Sobre el partido añadió que “intentamos tener un mayor control del balón, alargar más las posesiones, pero no lo conseguimos y nos vimos abocados a otro tipo de partido”.

En la parte positiva, el técnico argentino destacó la “clara línea ascendente que muestra el equipo en las últimas jornadas, que nos ha permitido seguir puntuando y también el haber mantenido la portería a cero ante un rival siempre peligroso, aunque le cueste meter gol. Pero también es un rival que no concede facilidades en defensa. Pese al viento y el contrario, nos hemos defendido muy bien y apenas hemos pasado apuros”.

Siviero dejó entrever que la segunda vuelta será algo semejante a lo vivido en la Ciutat Esportiva de Buñol. “Los equipos ya juegan con urgencias y con necesidades y hay que saber afrontarlo con la cabeza fría. Francamente, me siento optimista, aunque hay que ir paso a paso y pensar ya en el siguiente partido ante L’Hospitalet, otro rival que necesitará puntuar”. Sobre el último fichaje, Marc Nierga, declaró que “es un hombrfe que hay que incoporar ya al equipo, porque tiene que ser un referente en ataque por su calidad y polivalencia en las posiciones ofensivas”. También dejó abiertas las puertas a nuevas incorporaciones.

“Hasta hemos podido lograr la victoria”José Carlos Granero, el técnico del At. Levante, dio por bueno el empate ante el Lleida aunque explicó que “si hubiésemos ganado tampoco se hubiese extrañado nadie, porque de hecho tuvimos las mejores ocasiones. Pero el portero del Lleida las desbarató muy bien”. Granero añadió que “el partido estuvo trabado y muy disputado. Quizás no fue un gran espectáculo pero sí que tuvo lucha y emoción, porque los dos equipos pelearon hasta el final por la victoria. Hubo cierto respeto porque los dos equipos éramos conscientes de que perder nos hubiera hecho mucho daño. Por eso hubo mucho control en el centro del campo, que impidió que las jugadas fuesen todo lo fluidas que debieran”.