TENIS OPEN DE AUSTRALIA
Federer, más
El suizo Roger Federer agrandó ayer su leyenda y conquistó el decimoctavo Gran Slam de su carrera, el quinto Abierto de Australia, al vencer a su rival histórico, el mallorquín Rafael Nadal, en un partido épico que se decidió en cinco sets (6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3) y algo más de tres horas y media de juego.
La de ayer fue la edición número 35 de la rivalidad entre Rafa Nadal y Roger Federer, que hasta el momento era 23 a 11 favorable al jugador de Manacor. Los precedentes no eran nada buenos para el suizo, que no ganaba a Nadal en un Grand Slam desde Wimbledon 2007 y que había perdido en las tres ocasiones en las que ambos habían coincidido en Melbourne. Sin embargo, en esta ocasión Federer se desquitó con un nivel de juego excepcional y consiguió ganar de nuevo un grande cuatro años y medio después.
Con 35 años, tras seis meses de baja por una lesión en la rodilla y con un cuadro muy duro tras iniciar el torneo como cabeza de serie número 17, pocos contaban con Federer como favorito, pero el suizo fue superando obstáculos y tras eliminar a Nishikori y Wawrinka en cinco sets se citó en la final con Nadal, otro jugador del que nadie esperaba que llegara tan lejos.
Fue un partido intenso, emocionante e incierto hasta el final. El de Basilea se adelantó por dos veces, pero Nadal tiró de garra para forzar el quinto. Una vez ahí, el mallorquín estuvo muy cerca de la victoria, pues tras quebrar a su rival en el primer juego, dispuso de una ventaja de 3-1 e incluso una oportunidad para marcar el 4-2 con su saque, pero en vez de machacar a Federer al revés con su derecha ‘liftada’, cambió de opinión y la envió al otro lado, fallando.
Nadal salvó luego cinco bolas de rotura en el octavo juego, donde hubo un fabuloso intercambio de 26 golpes, pero Federer le ganó su servicio y al final acabó ganando los cinco últimos cinco juegos, con un final novelesco, con intriga, ya que se tuvo que recurrir al ojo de halcón para dar por bueno el vigesimo ‘ace’ de Fededer y volver a triunfar en Melbourne siete años después.
Al terminar el partido, tal y como le pasó en 2009, cuando perdió contra Nadal en la final, Federer soltó lágrimas de emoción. El suizo sube hasta el décimo puesto del ránking, mientras que Nadal escala hasta el sexto. En la carrera hacia el más grande de la historia, Federer suma 18 grandes y Nadal, 14.