FÚTBOL SEGUNDA DIVISIÓN B
Mateu Mòdol, de 96 años: “Todavía podría jugar”
Mateu Mòdol (Montoliu, 20-1-1921) no aparece en ninguna de las fotos de la celebración del ascenso a Primera división del Lleida, el 26 de junio de 1950. Mientras sus compañeros lo celebraban en el Camp d’Esports tras ganar al Murcia 4-1, estaba en el hospital, tal como rememora, a los 96 años, desde su domicilio en Montpellier. “Hacía mucha calor, faltaban pocos minutos para el final y yo estaba muy cansado. Me pusieron de extremo pero me seguían llegando balones”, recuerda el centrocampista. “Me desvanecí, caí completamente exhausto”. Mientras lo llevaban al vestuario, la gente le abrazaba. Era uno de los jugadores que hacía posible que, diez años desués de la fundación del Lleida, el equipo subiera a Primera. “Estuve un par de días ingresado en un hospital mientras la ciudad estaba de fiesta”.
Mòdol había fichado esa misma temporada procedente del Murcia. Fue uno de los precursores en parar el balón y bajarlo jugándolo con criterio. “Una vez en Zaragoza su entrenador se sorprendió al ver cómo lo hacía y me iba de dos rivales”. Le gustaba abrir el juego desde los extremos, “no como ahora, que todos quieren hacer como el Barça y entrar por el medio”.
Muestra un buen estado de forma y asegura que volverá a Montoliu, su pueblo, cuando cumpla 100
En 1955, a los 34 años, se retiró tras una lesión en la rodilla. Jugaba entonces en Francia, donde su familia se exilió después de la Guerra Civil y ya se quedó a vivir en ese país. “Yo soy libertario y también lo fue mi padre y mi maestro”, explica.
Participó en la contienda pero recuerda que “nunca tuve que disparar. Tenía 17 años y como era el más joven me pusieron de auxiliar médico”. Exiliado en Francia, se vio obligado a regresar para hacer la mili en Girona. Allí despuntó jugando al fútbol y lo fichó el Martinenc. Pasó al Murcia y al Lleida, aunque tras subir a Primera “cinco compañeros y Josep Peralta, preparador físico, nos fuimos al Cádiz”. Pasó por el Badalona, volvió al Lleida (1951-53) y se retiró en el Cahors francés en 1955. “Todavía podría jugar”, dice presumiendo de forma física. Hasta hace poco volvía a Montoliu para la Festa Major. “Volveré cuando cumpla los 100”, afirma.
Valiente: ‘Hay que seguir, aún no hemos hecho nada’ José Luis Valiente, uno de los capitanes del Lleida, reconoce que los buenos resultados obtenidos por el equipo en las últimas jornadas les refuerzan y destaca el nivel competitivo que están mostrando los nuevos fichajes. “El equipo siempre ha estado unido y ahora todavía más. Los resultados ayudan a creer en lo que estás haciendo, pero tenemos que seguir trabajando igual que ahora, porque todavía no hemos hecho nada”, explica.