Tres meses inhabilitación a un jugador de ajedrez del Juneda por insultar al árbitro
Le llamó “capullo” por retrasar el inicio de una eliminatoria por la lluvia
El ajedrez, un deporte aparentemente pacífico y donde el respeto entre contrincantes es básico, tampoco está exento de incidentes y castigos ejemplares. En su última resolución del pasado mes de enero, el comité de competición decretó una sanción de tres meses de inhabilitación para el jugador del Escacs Juneda J.C.R. por insultar a un árbitro durante una competición de ámbito catalán.
Los hechos ocurrieron en noviembre del año pasado en L’Hospitalet de l’Infant, durante la disputa del campeonato territorial individual de Tarragona, cuando el colegiado decidió retrasar media hora el inicio de la última ronda debido a las malas condiciones meteorológicas, que habían impedido llegar al equipo rival del Juneda.
El citado jugador mostró su descontento con esa decisión y llamó “capullo” al árbitro.
A diferencia de otros deportes, algo más permisivos en este tipo de infracciones por ser más frecuentes, la Federación Catalana de Ajedrez tiene tipificadas sanciones muy elevadas, ya sea por insultos o agresiones, tanto a árbitros como entre jugadores. En este caso, el comité acordó sancionar a J.C.R. con tres meses de inhalitación de su licencia, que va del 4 de enero al 30 de marzo, una decisión ratificada después por Apelación, que no atendió el recurso presentado por el jugador y el club, quienes argumentaban que la palabra “capullo” no era ningún insulto sino que se refería a “novato”, ya que si le hubiera querido faltar al respeto hubiera utilizado “capoll”, en catalán, según reza el recurso.
En este sentido, el comité sancionó “el tono y la intención, que fue la de insultar”, según la resolución, además de destacar que no hubo arrepentimiento inmediato por parte del jugador, sino que fue a posteriori, una vez conocido el castigo. Esta es la sanción más elevada en el último año y medio en la provincia de Lleida, “donde lo más habitual es que no haya sanciones porque la gente es bastante civilizada. Es una mera anécdota”, indicó ayer Jaume Ribera, delegado de la Catalana en Lleida.
Hace un par de años sí fue sancionado un jugador del Tàrrega con un año de inhabilitación por agredir a un rival.
Por su parte, Ton Deutú, directivo del Juneda, calificó la sanción de un “tanto exagerada” porque “nuestro jugador tenía razón al quejarse porque estaban beneficiando al rival con el retraso”, aunque reprobó su actitud al insultar. El Juneda se queda ahora sin uno de sus puntales, tanto en la competición de Liga como de Copa.