Dos años de sanción para el jugador del Cervera que pegó a un árbitro

El subcomité de competición de la delegación territorial de la Federación Catalana de Fútbol impuso ayer una sanción ejemplar de dos años de suspensión –la más dura en la historia del fútbol leridano– al jugador del equipo juvenil del Cervera B, P.P.F., que dio un puñetazo al árbitro Jordi Bellver Isern, durante un partido entre dicho conjunto y la Escola de la Noguera disputado el pasado 7 de enero en Vilanova de la Barca. Como consecuencia de la brutal agresión el colegiado sufrió fractura nasal, así como un golpe en el ojo derecho con fuerte inflamación.

El subcomité ha aplicado este severo castigo basándose en el artículo 308 del reglamento disciplinario de la Federación Catalana de Fútbol (FCF), que fija entre uno y cuatro años el periodo de sanción si el tiempo de baja del colegiado es superior a una semana, como ha sido en este caso que ha sido de diez días. La sanción impuesta es, pues, intermedia, ni la máxima ni la mínima. De no haber habido un periodo de baja superior a una semana el castigo hubiese sido de 25 partidos. Cabe recordar, además, que el árbitro presentó denuncia ante los Mossos, entregando el parte médico, y el caso sigue su curso en la justicia ordinaria.

El colegiado denunció al futbolista ante los Mossos y el caso sigue su curso en la justicia ordinaria

Entre 1996 y 2010 hubo 16 sanciones duras, la mayoría de 25 partidos, y desde 2011, cinco

Por lo que respecta al club del jugador, el Cervera, no se le ha impuesto castigo ni multa alguna y se ha sobreseído el expediente abierto en su día. El club de la capital de la Segarra abrió expediente en su día acordando no tomar ninguna medida contra el jugador alegando que nunca había protagonizado ningún incidente y poniendo a su disposición ayuda psicológica porque, según el Cervera, estaba pasando por un mal momento. Desde el club también se alegó, basándose en las declaraciones de compañeros de P.P.F., que el árbitro había increpado en diferentes ocasiones al jugador que después le agredió con expresiones como “subnormal”.

Esta brutal agresión, pese a tratarse del incidente con un castigo más severo en la historia del fútbol leridano, no deja de ser un hecho que cada vez se produce con menor frecuencia en el fútbol catalán y, en concreto en el fútbol leridano, después de las campañas antiviolencia que lleva a cabo la FCF en los últimos años (ver desglose inferior). El delegado territorial en Lleida y vicepresidente de la Federación Catalana, Jordi Terés, dijo ayer que “pese a la gravedad del incidente, no deja de ser un hecho aislado, pero me siento muy preocupado porque desde la Federación no vamos a parar hasta que consigamos erradicar la violencia de cualquier tipo en los campos de fútbol”.

Por otra parte, el subcomité también acordó ayer imponer una multa de 100 euros al Ivars d’Urgell y al Torregrossa “por agresión confusa y tumultuaria de los jugadores de ambos equipos”, dando por acabado el partido con el 2-1 que figuraba.

En el fútbol base se ha multado con 50 euros al Esportiu Ciutat La Seu, este en dos categorías, y a la EF Rialp por no tener sus técnicos la titulación.

Reducción de la violencia tras las campañas de la FCF Entre los años 1996 y 2010 hubo 16 sanciones duras por agresiones o incidentes muy graves en el fútbol leridano, la mayoría de ellas acarrearon 25 encuentros de suspensión para los sancionados. En cambio, entre 2011 y el año que acaba de empezar se registran cinco, tres de ellas la pasada temporada.