Triunfo increíble

El Lleida Esportiu consiguió ‘in extremis’ tres puntos de oro ante el Ebro (1-0), que le permiten elevar su racha a siete jornadas sin perder, encadenar su quinta victoria en el Camp d’Esports y mirar hacia arriba en la clasificación. El delantero Cristian Alfonso, que hace tan solo dos días estaba sin ficha y cuya readmisión en la plantilla la comunicó ayer mismo el club, apenas hora y media antes del partido, se erigió en el héroe inesperado con su milagroso gol. Él y el guardameta Campos, con sus providenciales paradas, fueron los salvadores de un Lleida que estuvo casi todo el partido a merced del rival y que no mereció, si por juego y número de ocasiones hablamos, tanto premio.

Pero el fútbol es así. Y bien que lo sabe el Lleida cuando en la primera vuelta le ocurrió algo parecido en el campo de su rival de ayer. El Ebro remontó entonces un 0-1 en los últimos instantes y a los jugadores azules y al técnico Gustavo Siviero se les quedó la misma de cara de incredulidad y de rabia que ayer mostraron sus colegas del equipo zaragozano al acabar el partido. Fue la venganza perfecta. Son de esas victorias que saben mejor tal cómo han ido las cosas.

El equipo leridano no existió en la primera parte, cortocircuitado por el centro y sin bandas por dónde hacer daño al ordenado y experimentado conjunto aragonés. El Ebro llegó más al área de Campos y dominó a placer a un Lleida que solo hacía que correr persiguiendo las sombras de los rivales.

Siviero reaccionó en el descanso, sacó al terreno de juego a Javi López y cambió el sistema. El Lleida dejó de jugar con tres centrales y pasó a un 4-4-2 con Noel incrustado en el centro del campo junto a Valiente tras sacrificar a Albisua, que pagó los platos rotos de la pe´sima primera mitad de los locales.

Con estos ajustes el equipo mejoró algo en la segunda parte, pero aún así estuvo muy cerca de la derrota de no ser por la gran actuación del guardameta Álvaro Campos, que desbarató varias ocasiones muy claras de Gabarre y Orbegozo.

Espoleado por la gran actuación de su portero, el Lleida despertó en el último cuarto de hora del encuentro. Javi López demostró las credenciales que le avalan como un consumado especialista a balón parado y lanzó magistralmente una falta, bastante alejada de la portería, estrellando la pelota en el poste. Y en la recta final del partido empalmaría una volea, previo control con el pecho, que obligó al portero a una gran intervención, llegando el balón a continuación a Cristian Alfonso que cabeceó al larguero. El Lleida, pese a las brumas que hubo en su juego durante tantos y tantos y tantos minutos, daba señales de vida. Otro detalle de los derroteros por los que anduvo el partido. El primer saque de esquina a favor de los azules llegó en el minuto 79. Si el partido se hubiera resumido en el cuarto de hora final, podría decirse que ambos equipos daban por bueno el 0-0. Pero lo que son las cosas. Llegó el tiempo añadido y de una falta absurda en medio campo que el Ebro lanzó sin sentido al área del Lleida, nació el providencial gol de Cristian Alfonso (1-0, 91’), que pasó de marginado a héroe inesperado.