FÚTBOL VIOLENCIA EN EL DEPORTE
Destitución fulminante
El Verdú cesa a su técnico que agredió el domingo al árbitro y el Balaguer, donde entrenaba a un infantil, también || El colegiado puso en el acta que recibió insultos racistas, lo que niega el club
El Verdú destituyó ayer de forma fulminante a su técnico Raül Marín, que el domingo agredió al árbitro Alaa El Azouzi Harit, cuando ya estaba en el vestuario, al término del partido que enfrentó a este equipo con el Bellcairenc. Finalizó con victoria de este por 2-3, después de que el árbitro alargase más de ocho minutos el tiempo reglamentario cuando el marcador favorecía a los locales por 2-1. También ha decidido echarlo el CF Balaguer, que emitió ayer por la tarde un comunicado, ya que el citado técnico entrenaba al infantil B del club de la capital de la Noguera.
El colegiado, que presentó denuncia ante los Mossos con el correspondiente parte de lesiones, fue atendido en el CAP de Tàrrega, después de que se presentaran en las instalaciones una ambulancia y dos patrullas de Mossos. A su vez, el técnico Raül Marín. dijo haber presentado también denuncia contra el árbitro, pero fuentes de los Mossos indicaron a este diario que solo constaba la del colegiado, que el entrenador fue a declarar tras abrirse diligencias y que alegó que el árbitro también le había empujado.
El colegiado reflejó en el acta que el entrenador le cogió del cuello, lo asfixió y le dio un golpe en la barriga
El presidente del Verdú, Joan Barril, explicó a este diario que la destitución de su entrenador (al que aún no se lo había comunicado y lo hizo a través de los medios de comunicación) se debe a que “lo que hizo no es justificable ni se puede aprobar. No tenía que haber entrado en el vestuario. Además, ya lo habían expulsado dos veces más esta temporada y llega un momento en el que dices que ya está bien”. Marín era el técnico ayudante y había sustituido hace unos tres meses al anterior entrenador Josep Maria Marín. Barril, no obstante, también tuvo duras palabras para la actuación del árbitro, quien puso en el acta que había recibido insultos racistas y que por dicho motivo había tenido que interrumpir unos minutos el partido. “No es verdad, en absoluto, y si no rectifica lo que ha escrito en el acta, tomaremos medidas y lo denunciaremos. No paró el partido por insultos racistas. Me gustan las cosas claras y eso no es verdad. Nosotros mismos tenemos en nuestro equipo a jugadores de diferentes razas e incluso a tres marroquíes a los que conoce el colegiado porque vive en Bellpuig. El árbitro estuvo correcto en la primera parte, pero luego no sé qué le pasó. Cambió su actitud de forma radical. Es algo que no había visto en mi vida. Cuando se produjo el 2-2 ya no tenía que haber alargado más tiempo de forma innecesaria y todos contentos”.
El árbitro escribe en el acta que Raül Marín le cogió del cuello, lo asfixió y le dio un golpe en la barriga y que tuvo que pedir auxilio, teniendo que intervenir jugadores y aficionados del Verdú para separarlos porque, además, lo retenía en el vestuario. “El árbitro que es muy joven estaba llorando y temblando, como asustado, pero le dije que no me daba pena en ese momento porque cuando llevan el silbato en el campo se creen muy valientes”, añadió el presidente del Verdú, quien no obstante se mostró “en contra de cualquier tipo de violencia”.
“Le empujé y le llamé chulo, pero en ningún momento le causé lesión” El ya exentrenador del Verdú manifestó ayer a este diario que no agredió al árbitro y que “si le hubiera agredido saldría en el parte de lesiones y allí solo dice que tenía una contractura”.