LO MEJORLO PEOR
Tres puntos de oro para la salvación
Albert Folguera, técnico del ICG Lleida, se mostró muy satisfecho por la victoria y el juego de los suyos, aunque lamentó haber sufrido sin necesidad. “La verdad es que por ocasiones y por juego ha sido una primera parte espectacular. Hubiéramos podido matar el partido en la primera parte”, indicó el entrenador listado, quien no se fiaba del Girona. “Nos hemos ido al descanso con 2-0, luego hemos marcado el 3-0, pero sabía que el Girona podía entrar en el partido en cualquier momento y ha entrado, aunque el penalti nos ha dado mucha vida y nos ha tranquilizado. Cerrar un partido en hockey es muy difícil porque no te puedes relajar, aunque sí es cierto que hemos tenido muchas ocasiones y algunas muy claras”.
No obstante, Folguera reconoció la importancia de los tres puntos. “Era un partido importante para ganar y si seguimos sumando puntos, el equipo jugará más liberado. Cada vez estamos jugando de forma más alegre, con más transiciones, no estamos tan encorsetados”, apuntó.
Al ser cuestionado por cuál había sido la razón de este cambio en el juego, Folguera fue claro: “Buena parte de culpa la tiene Darío (Giménez). En el momento en que hemos aceptado tal cómo es él y él se ha adaptado a nosotros, las cosas han fluido. Nos hemos dejado llevar por su calidad. Lo que no puedes hacer es tener atado a un pura sangre, sino que necesita campo para jugar. Nos ha cambiado la filosofía de juego”, concluyó.
El ICG Lleida no podía fallar y no lo hizo. Sumó tres puntos que valen su peso en oro ante un rival directo por la salvación como el Girona (4-2), al que le perdonó una goleada, sobre todo en la primera mitad, y que dejó vivo para pasar unos cuantos minutos de incertidumbre hasta que Andreu Tomàs hizo justicia sellando el triunfo de penalti. Una victoria que permite a los listados ascender cuatro posiciones de golpe en la tabla, superando al propio Girona, Igualada y Caldes, dando alcance al Lloret y dejando las posiciones de descenso a cuatro puntos. El único lunar fue que no pudo ganar el average particular, ya que ambos equipos firmaron el mismo marcador que en la primera vuelta en Girona.
El duelo comenzó con un ICG dominador, muy motivado y sin dar la más mínima concesión al rival. Cañellas y Darío Giménez avisaron en un arranque demoledor de los listados, que a los cinco minutos ya inauguraron el marcador en una jugada personal de Borja López, que sacó provecho de un resbalón de un rival (1-0). El goleador ayer lo probó en una doble ocasión en la que Andreu Tomàs también estuvo cerca del 2-0, que subiría finalmente a los once minutos en una jugada de Giménez, que dio el pase de la muerte para que Borja, de fuerte disparo, batiera por segunda vez a Llaverola.
El ICG estaba desarbolando por completo a un Girona impotente y que se encomendó a su portero Jaume Llaverola. A sus 41 años, el exmeta de Barça y Liceo, entre otros, dio todo un recital y evitó que los listados se fueran a los vestuarios con un par de goles más, como mínimo. Sacó con el brazo y sobre la misma línea de gol una bola que se colaba tras un disparo de Trilla, que antes se había encontrado con el palo, al igual que Rodero al filo del descanso. El 2-0 era escaso premio para los méritos que había contraido el ICG, dominador absoluto.
En la reanudación, el guión no varió, con un Lleida que tuvo el 3-0 en los stiks de Andreu Tomàs y Darío Giménez, que no acertaron ante Llaverola. Tras unos minutos de agobio, el Girona empezó a dar señales de vida. Manel Garcia y Raúl Pelicano pusieron a prueba a Lluís Tomàs, que respondió con dos grandes paradas, siendo la segunda de ellas el origen del tercer tanto listado, obra del goleador argentino al aprovechar, casi sin ángulo, un rechace del meta gerundense a disparo de Andreu Tomàs. El 3-0 parecía sentenciar el partido, pero David Carles dio vida al Girona.
El tanto del hijo del histórico Joan Carles, exjugador entre otros de Barça y Llista, que estuvo en la grada siguiendo el partido, provocó un cortocircuito en los esquemas del ICG, que pasó por su peor momento, a pesar de que el palo, el tercero de la tarde, evitó el segundo gol de Giménez. Lluís Tomàs salvó otro tanto acto seguido, pero nada pudo hacer ante otro testarazo de García (3-2), que vino precedido por una pérdida del argentino. Los fantasmas empezaron a sobrevolar el Onze de Setembre.
Darío Giménez pudo haber enmendado su error minutos después pero no acertó a batir a Llaverola en una falta directiva motivada por la exclusión del exlistado Marc Povedano. Por momentos se vio a un ICG Lleida vulnerable, hasta que Andreu Tomàs dio la tranquilidad necesaria con el 4-2 al trasformar un penalti que él mismo forzó.
Aunque el Girona se fue al ataque a la desesperada en el tramo final, el marcador ya no se movió, sumando tres puntos de oro que le permiten ascender hasta la novena posición de una tabla clasificatoria de lo más apretada. Y es que los listados, que antes del partido estaban a un punto de la zona peligrosa, se encuentran ahora más cerca de las posiciones europeas (tres puntos) que del descenso (cuatro).