Victoria psicológica del Lleida B

Dos tantos en dos momentos clave, al inicio del choque y justo antes del descanso, le dieron al Lleida B un gran triunfo. Los pupilos de Ismael Mariani disputaron un encuentro tremendamente serio, con un marcado rigor defensivo, y supieron mantener su ventaja ante un Vilaseca avivado y llegada que lo intentó hasta el final.

Nada más iniciarse el partido, un centro desde la banda hacia el área grande lo convirtió Huertas en el 0-1 con un remate acrobático y poco ortodoxo pero eficaz. El filial azul se puso por delante, pero fue el Vilaseca quien dominó intensamente los siguientes 25 minutos. En ese período, los locales tuvieron varias ocasiones claras seguidas ante un Lleida B que las vio venir y que pasó por muchas dificultades ante el empuje local.

Así, Cristian envió el balón al poste. Posteriormente, Uri Benito remató alto. Y Sardà, en otra llegada muy clara, envió su disparo a la base del poste, donde rebotó y Joan Marc acabó atajando. Pese a todo, el que acabó marcando de nuevo fue el conjunto de Ismael Mariani con un remate de Peco justo al filo del descanso que significó otro golpe psicológico y el 0-2.

En la segunda parte el Vilaseca aumentó su presión y el partido se abrió en un periodo de alternativas y llegadas con cierto peligro. El Lleida B, con una defensa bien ordenada, intentaba salir a la contra pero los nervios no le permitían trenzar bien ni salir desde atrás jugando. Con todo, nada más arrancar la segunda parte, el colegiado invalidó un tercer tanto por fuera de juego de Martínez.La más clara de los locales llegó en el 75, en un disparo de Sabaté desde la frontal que Joan Marc sacó como pudo, al igual que otro derechazo de Valerio, que también rozó el gol. Los locales lo intentaron una y otra vez con varios centros por la banda de Cuéllar, pero casi nunca había rematador. Ya en el tiempo añadido, un lanzamiento de falta desde la frontal y un córner servido rápido también generaron peligro.

El Lleida B no gestionó con la suficiente tranquilidad la ventaja pero apenas sufrió para mantenerla ante la falta de eficacia del Vilaseca en los metros finales, en un choque trabado y tenso al final, y con un flojo arbitraje que generó nervios en los equipos y que fue muy protestado por los locales.