“Nos sentimos profesionales”

“La verdad es que nos sentimos como auténticas futbolistas profesionales”, expresaba ayer Andrea Gómez, capitana del infantil del AEM que el sábado se proclamó campeón de Liga en una competición en la que el resto de equipos eran masculinos. Andrea Gómez, capitana y autora de 37 goles en 21 partidos, estaba, como sus compañeras, tan feliz como agotada. Las jugadoras se sintieron ayer como los profesionales de Primera, entrevistas por multitud de televisiones, radios y diarios. “Ha sido un día muy estresante con tanta cámara”, añadía su Izarbe Quesada. “Hemos ido a la Ciudad Esportiva del Barça y hemos visto a Ter Stegen, Denis Suárez y Sergi Roberto. Pero no se han parado”, explicaba entre las risas de todas. “Han pasado de nosotras”.

“Pensaba que era ganar la Liga y ya está, pero ganarla contra niños nos ha hecho famosas”, explicaba Ona Baradad. “Ahora las niñas se inspirarán en nosotras”, añade.

Eso espera también el presidente del club, Sergio González, feliz de que la idea de hacer jugar a las niñas una Liga masculina haya tenido este final feliz. “Lo hicimos para que jugaran en una Liga más competitiva y llegaran con más nivel al equipo sénior. Somos conscientes de que hemos hecho historia y estamos superorgullosos. Creo que esto puede ayudar a impulsar el fútbol femenino y esperamos que esto sirva para que las instituciones y los patrocinadores ayuden al fútbol femenino”.

“Hemos conseguido lo que tantas veces hemos reclamado, presencia en televisión”, comentaba el entrenador, Dani Rodrigo, que no se salvó de pasar por la ducha. “Pero nos ha superado un poco”, admitía. “Teníamos que ir a TV3 y volver a Lleida y al salir de los estudios estaba lleno de cámaras de televisión. Pero estamos muy contentos. Ya les dije el sábado, tras el partido, que no eran conscientes de lo que habían conseguido. Esto no se puede quedar aquí, espero que ahora haya una apuesta decidida por el fútbol femenino. Es el momento de hacerlo porque hay calidad como para tener una Liga potente como en Inglaterre, Francia o Estados Unidos”.

Son tan felices que restan importancia a aspectos desagradables. “A veces, por la impotencia de perder a alguien se le va la olla y se escapan insultos machistas. Pero no pasa nada”, explica Andrea Gómez.