ATLETISMO MARATHON DES SABLES
Derrotar al desierto
Gerard Isanta, un atleta amateur de 43 años de Mollerussa, completó la Marathon des Sables, el Dakar atlético más duro del mundo que se disputa en el desierto sur del Sahara, en Marruecos. Fueron 250 kilómetros distribuidos en seis etapas, de menor a mayor kilometraje que el atleta del Vikings de Bellvís, único leridano inscrito, completó en 41 horas, clasificándose en el puesto 424 de los más de 1.200 que tomaron la salida y que le valió para recibir la ansiada medalla de finisher. “Ha sido una experiencia fantástica”, reconoce.
Isanta, que como mucho había hecho alguna ultra maratón y que comenzó a practicar deporte “a raíz de la crisis de los cuarenta”, reconoce, afrontaba su primera prueba por etapas. “La inscripción fue algo impulsiva. Vi que quedaban pocas plazas y me apunté casi sin querer”, explica. “Me mentalicé de que sería tan extremo que al final no lo ha sido tanto. Está claro que es muy dura, pero no tanto por el kilometraje, ya que te dan mucho tiempo para completar las etapas, sino porque tienes que llevar a cuestas todo lo necesario, ya sea ropa, comida u otras cosas que te obligan, como una brújula, una bomba para extraer veneno de serpiente, un cuchillo y un espejo reflectante que nunca utilizas. El primer día ves que la mayoría tira muchas cosas porque unos gramos más o menos son decisivos. Llevaba 12 kg, y si volviera, llevaría solo la mitad”, relata Isanta. La organización solo facilita a los corredores pastillas de sal para mantener las sales minerales y agua, concretamente 10 litros diarios que deben racionar con inteligencia.