Kilian corona el Everest

El leridano Kilian Jornet, de 29 años, coronó la madrugada del domingo al lunes el Everest, la montaña más alta del mundo con sus 8.848 metros, convirtiéndose así en el primer alpinista en lograrlo por la cara norte sin utilizar oxígeno embotellado ni cuerdas fijas y en una sola y única tentativa. Kilian llegó a la cumbre a través de la cara norte de la montaña siguiendo la ruta tradicional y, debido a su concepción purista del montañismo, con el material más ligero posible y sin ningún tipo de ayuda de oxígeno ni cuerdas fijas.

El ultramaratoniano y montañero leridano volvió a ponerse al límite con éxito, con una expedición minimalista que le llevó desde el monasterio de Rongbuk (el último lugar habitado a los pies de la cara norte, a unos 5.100 metros de altura, y cerca del campo base, a 5.181m) a la cumbre, y de regreso al campo base avanzado (6.492m), en 38 horas: 26 del monasterio a la cima, considerado el tiempo más rápido conocido, y otras 12 hasta al campo base avanzado.

“Subir a la cima del Everest sin cuerdas fijas no es algo que se pueda hacer todos los días”, indicó el leridano

El reto de Jornet era acabar en el monasterio de Rongbuk, pero no pudo completar ese tramo, una zona muy incómoda y dura, pedregosa y con tramos de hielo, debido a problemas estomacales. Aún así, invirtió menos de dos días en un viaje de ida y vuelta que en condiciones normales emplea cuatro jornadas entre subir y bajar. Los récords de ascensión y descenso en el Everest se registran sobre todo en la cara sur. El 24 de mayo de 1996, el italiano Hans Kammerlander logró la ascensión más rápida desde el campo base avanzado de la cara norte: 16h 45m. La mayor parte del descenso la realizó en esquí y totalizó 23h 30m. Muchos registros son propiedad de los sherpas, los señores de estas alturas.

“Hasta 7.700 metros me he encontrado muy bien y avanzaba según el planning previsto, pero a partir de ese punto me he empezado a encontrar mal, supongo que por un virus estomacal. Desde allí he avanzado muy lentamente y tenía que ir parando cada poco, ya fuera con vómitos o con rampas. A pesar de todo, me encontraba bien en altura y decidí continuar. Finalmente, he hecho cumbre a medianoche”, señaló Jornet poco después de descender. Debido a la indisposición, optó por dar por terminada la tentativa en el campo base avanzado en lugar de bajar al campo base como estaba previsto inicialmente.

El montañero de Bellver de Cerdanya, que intentaba la aventura en la cima del mundo por segunda vez (el año pasado tuvo que desistir debido a las malas condiciones meteorológicas) reconoció que “subir a la cima del Everest sin cuerdas fijas no es algo que se pueda hacer todos los días. Vi una puesta de sol espectacular y finalmente, a medianoche llegaba a la cima. Estaba solo pero veía luces de frontales tanto en la vertiente norte como en la sur de expediciones que comenzaban el ascenso. Enseguida empecé a bajar”.

El ultrafondista de Bellver es el cuarto leridano en hollar la cima del mundo Francisco Gan, Araceli Segarra y el malogrado Juanjo Garra eran los tres leridanos que hasta este lunes habían coronado la cumbre más alta del planeta. El primero en conseguirlo fue Gan, militar de profesión, que en mayo de 1992 lo consiguió integrado en una expedición cívico-militar. El segundo representante del montañismo leridano que coronó los 8.848 metros del pico más alto del mundo fue Araceli Segarra, que lo hizo en 1996, ascendiendo por la cara sud para convertirse en la primera mujer española en lograr tal hazaña. El último que lo había logrado fue en el año 2000 Juanjo Garra, que en 2013 fallecía en el Dhaulagiri.