“¡Campions, campions!”

El FC Borges celebró ayer a lo grande su ascenso a Primera Catalana, conseguido la pasada jornada, pero cuya fiesta se reservó para ayer cuando el equipo jugaba el último partido de la temporada ante el Linyola, que finalizó 0-0. Poco importaba el resultado porque todo el mundo estaba pendiente de la fiesta.

Nada más finalizar el partido, el último de una temporada intensa, se inició en las mismas instalaciones del campo una rúa en la que toda la plantilla participó. Eso sí, bien acompañados por la fiel hinchada de los Borges Nois y por el resto de los aficionados que han sido el jugador número 12 durante toda la temporada en el afán de conseguir el objetivo del ascenso.

La comitiva recorrió el trazado desde el campo hasta el ayuntamiento donde fueron recibidos por las autoridades locales, con el alcalde Enric Mir a la cabeza, para conmemorar este histórico ascenso que llega después de 28 años y en un momento muy especial para el club, ya que celebra su centenario.

Desde allí jugadores, técnicos y demás integrantes del club se desplazaron, acompañados por la banda de cornetas y tambores de les Borges, hasta el centro cívico, situado en la plaza, donde saludaron desde el balcón a los aficionados antes de continuar con la rúa.

Una vez acabados todos los actos públicos, plantilla, cuerpo técnico y directiva compartieron una auténtica cena de campeones en el restaurante Pandemonium, patrocinador del equipo, para celebrar una temporada tan exitosa. Centenario y campeonato de Segunda Catalana en un año inolvidable e histórico para el FC Borges.