Adiós a dos referentes

Carles Trilla y Lluís Rodero jugarán el próximo sábado ante el Reus su último partido como profesionales del hockey sobre patines. La decisión, meditada y tomada hace ya meses, la anunciaron este martes ambos jugadores en una emotiva rueda de prensa, en la que ninguno de los dos pudo reprimir las lágrimas recordando todo lo vivido durante las 16 temporadas en las que han defendido “el club de nuestra vida”.

Los dos jugadores, que estuvieron arropados por sus respectivas parejas y buena parte de la junta directiva, cuelgan los patines en un acto de sensatez, para dar la alternativa a los que por detrás van pisando fuerte. “No hubiera sido justo, sino egoísta por nuestra parte, alargar la carrera un año más o dos y privar a la gente de abajo de esta oportunidad, y más sabiendo que hemos dejado al club en una buena posición”, afirmó Trilla, de 35 años, que se emocionó al recordar a los suyos.

“He tenido la suerte de que allí donde he ido he tenido a mi familia a mi lado. Año tras año, hablando con Albert (Folguera), te vas dando cuenta de que ya había llegado el momento, que la gente aprieta por abajo y qué mejor este año con la clasificación para Europa. Es la ley del deporte, las cosas acaban y ahora seré un aficionado más apoyando desde la grada”, aseveró el mollerusense.

Ninguno de los dos pudieron reprimir las lágrimas recordando sus años en el club

Rodero, de 36 años, también pensó en la base para tomar su decisión. “Tenemos que dejar paso a gente joven, con la que también estamos trabajando y que se merece tener su oportunidad. Ojalá todos puedan disfrutar igual que lo hemos hecho nosotros y puedan llegar a la OK Liga. Ese sería mi sueño”, apuntó el jugador de Les Borges Blanques, que más que los logros deportivos, que son innumerables, se queda “con los amigos que he hecho”, con una mención especial para su esposa, la jugadora de la Associació de balonmano, Emma Precup.

“El Llista me ha dado muchas cosas, pero la más importante es haber podido conocer a mi mujer aquí en el pabellón, con la que he formado una familia, que es el partido de mi vida”, dijo con la voz entrecortada y con lágrimas en los ojos. “Es un día especial para mí. No es un momento fácil pero tenía que llegar, y qué mejor manera de dejarlo que con el equipo clasificado para Europa”, añadió.

Los dos también tuvieron un emotivo recuerdo para los que ya no están, con especial mención para el padre de los hermanos Andreu y Lluís Tomàs, “nuestro hooligan”, como le llamaban.

El club retirará sus dorsales y colgará sus camisetas en el Onze de Setembre. El presidente del Llista, Enric Duch, anunció que ningún otro jugador del club llevará los dorsales 2 (Trilla) y 8 (Rodero), cuyas camisetas se colgarán el próximo sábado en el techo del pabellón Onze de Setembre “como ejemplo para todos los que suben de la base. Que todos los niños, desde el júnior hasta los más pequeños, cada vez que vengan a entrenar vean sus nombres y esto les anime a llegar hasta donde han llegado ellos”, apuntó Duch. Y añadió: “Quizás el club hubiera desaparecido si ellos no hubieran estado involucrados en su día, respondiendo sin importarles el tema económico sino el sentimiento del color que les hace grandes”.

Trayectorias

El club les quiere para la base El de este martes no fue un ‘adiós’ sino un ‘hasta luego’, ya que, como aseguró el presidente Enric Duch, “espero tenerlos ligados al club durante muchos años, porque dos personas así no se pueden dejar escapar. No queremos que se desvinculen. Son dos estandartes del club y si ahora estamos donde estamos, es en gran parte gracias a ellos, a su implicación y responsabilidad”, dijo.