TRIATLÓN COMPETICIÓN
Campeón contra el silencio
Sergi Jurado es un leridano de 23 años que practica triatlón pese a su sordera profunda y reclama cambios en la reglamentación || “No oigo las indicaciones de los jueces ni la bocina de la salida”
Sergi Jurado Foix (28-12-1993, Lleida) es uno más de los muchos deportistas leridanos que practican deporte y que han conseguido llegar a la élite. A sus 23 años, este triatleta del Club Tri-4.40 que dirige Eva Ledesma ya ha sido quinto en el Campeonato de España de triatlón de Grupos de Edad y ha representado a España en el Campeonato del Mundo y de Europa de Duatlón, quedando quinto y sexto, respectivamente.
Pero Sergi Jurado no es un deportista más. Tiene sordera profunda y aunque lleva implante coclear bilateral, en la competición, para evitar el riesgo de perderlo, no lo utiliza por su elevado coste. “Mi triatlón es en silencio”, explica. La suya, además de una historia de superación en el deporte y en la vida, lo es de reivindicación. Ha ganado una beca GAES con su proyecto “Que la sordera sea oída en el Triatlón” y su objetivo es “que se cambie la normativa para que las señales que se dan a los atletas, además de acústicas sean visuales”.
“Cuando antes de la prueba voy a calentar tengo que estar muy pendiente de los compañeros. No oigo las indicaciones de los oficiales, la bocina de la salida, los avisos de los jueces durante la prueba ni las advertencias ni comentarios de peligro con la bici de mis compañeros, ni si por megafonía advierten de algún cambio de última hora”, explica Sergi. “Además de calentar, estoy pendiente de las reacciones de los compañeros y eso me crea ansiedad y tensión y me agobia. Si en la prueba de natación hay una salida falsa, yo no lo oigo y sigo nadando…”.
Sergi Jurado ganó una beca de GAES con un proyecto titulado “Que la sordera sea oída en el Triatlón”
PROYECTO CON GAES Por eso, su proyecto, con el impuso de GAES, pretende dar visibilidad a los atletas sordos. “Podríamos llevar un brazalete, así tanto los competidores como los jueces lo sabrían y me podrían hacer señales visuales, y la salida se podría hacer con un semáforo, además de la bocina. Podrían poner señales visuales en las transiciones… Tampoco oigo las amonestaciones. Mi intención es conseguir que la ITU (International Triatlhon Union) tenga presente a nuestro colectivo y se hagan estos pequeños cambios. Es abrir los ojos, no hace falta cambiar ninguna norma”. Además, Sergi lamenta que su colectivo se encuentra “en tierra de nadie”. “Yo no puedo participar en los Juegos Paralímpicos, porque no tengo ninguna discapacidad física, ni el triatlón está reconocido como deporte en las competiciones de sordos. Tenemos que competir con todo el mundo por igual”. José Manuel Jurado, padre de Sergi, explica que “detectamos que algo no iba bien cuando tenía más o menos un año. A los dos años ya llevaba audífonos y tuvo que hacer trabajo de logopedia”. Sergi fue escolarizado como cualquier otro niño” y explica que “incorporarme a la sociedad normoyente como uno más me ha supuesto mucho trabajo desde mi infancia. No optar por el lenguaje de signos y estar en un colegio de enseñanza general me ha supuesto muchas horas de logopedas, repasos, trabajos en casa, etc”. Además, sufrió una enfermedad renal a los 8 años que le bajó aún más la capacidad auditiva. “De sordo severo pasó a sordo profundo. Los audífonos ya no le servían y nos propusieron entonces el implante coclear. A los ocho años le pusieron uno y a los 16, el otro”, explica su padre. “Tuve que empezar de cero a pronunciar palabras, a reconocer los sonidos, la voz de mis padres… Mi vida es como una película sin sonido”. “En casa vemos la tele con subtítulos y si está en grupo, se ha de centrar en lo que dice una persona en concreto”, dice su padre. “Me pierdo si hablan todos a la vez”, añade Sergi.
laS FRASES
- «Mi triatlón es en silencio. Cuando caliento tengo que estar pendiente de los compañeros y eso me crea ansiedad y tensión»
- «La salida podría hacerse con un semáforo, además de la bocina»
- «Estamos en tierra de nadie. No puedo ir a los Paralímpicos ni a competiciones de sordos, porque mi deporte no está reconocido»