Lleida, en el último edén

El aventurero leridano Arcadi Climent acaba de completar un nuevo reto de su proyecto Lleida World Extrem. Después de correr con el equipo durante estos años por los últimos paraísos del planeta, su nueva aventura, que por primera vez ha afrontado en solitario, le ha llevado a Gabón, concretamente al Parque Nacional de Loango, considerado “el último edén”, que es precisamente el título del documental que ha empezado a preparar con el material recopilado en ese país africano.

El nombre del parque cuadra a la perfección a un lugar que, reconoce, le ha puesto en una situación límite. “Ha sido la expedición más peligrosa que he hecho”, explica. “No volveré a ir solo. He sufrido mucho, pero como experiencia es algo que vale la pena. Realmente es un lugar único en el mundo”.

Climent recorrió 220 kilómetros en cinco días, aunque finalmente tuvo que dejar el reto un día antes de lo previsto. “Cumplí el objetivo, que era atravesar una selva fuera de serie. Un lugar espectacular, con mucha fauna, desde elefantes y cocodrilos hasta hipopótamos. No lo volveré a repetir en solitario porque acusé el exceso de peso y al final tuve problemas de deshidratación, que es lo que me hizo dejarlo antes”.

Abandonó antes de tiempo al verse perseguido por elefantes, perder material y sufrir deshidratación

Para el aventuro leridano los problemas empezaron al querer cruzar uno de los ríos de la zona. “No lo pude pasar por donde había previsto. La corriente era muy fuerte y había hipopótamos y cocodrilos. Tuve que ir a un poblado, donde me pasaron con una barca”, explica.

“La verdad es que he sufrido mucho, incluida la peor noche de mi vida de todas las aventuras que he hecho hasta ahora”, relata. “Desde las dos y media de la mañana hasta las cinco me vi acosado por tres elefantes. Venían a por mí. Tuve que huir por la parte de atrás de la tienda de campaña, me la destrozaron. Fue un momento realmente peligroso. Nunca me había visto en una situación de este tipo. Perdí material y me refugié en un poblado en el que me dijeron el peligro que corrí”, añade.

Pese a todas las situaciones apuradas que vivió, Arcadi hace una valoración “muy positiva” de esta aventura en África. “Es una experiencia más, en la que he tenido que tirar de experiencia. Hice fotos, material filmado para montar una película, que me ha costado mucho más al ir solo. Suerte del poblado que encontré. Tuve que hacer 67 km con solo dos litros de agua. Demasiados riesgos para ir solo. Sin duda, la más peligrosa de todas mis aventuras”, reitera.

Reconoce que “estas cosas es mejor hacerlas siempre acompañado. Ahora ya tengo ganas de acabar la película. Nunca había visto nada comparable a este rincón de África. Desde luego es el último edén”, valora. “Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Y aunque yo no busco el peligro, está ahí. Este viaje me ha obligado a estar más atento que nunca”.