FÚTBOL SEGUNDA CATALANA
Miki Massana cambia el balón por los banquillos
“Soy un enfermo de fútbol y si no puedes estar en el campo, lo que quieres es estar lo más cerca posible. Y ese lugar es el banquillo”. Miki Massana (Artesa de Segre, 11-5-1989) afrontará la próxima tempordada su primera experiencia como entrenador de un equipo sénior. Tras colgar las botas a sus 28 años, por una lesión crónica en la espalda, es el nuevo técnico del Artesa de Segre, que compite en la Segunda Catalana. “Desde los 22 o 23 años yo ya tenía claro que quería ser entrenador. Lo que no me podía imaginar es que eso iba a ser tan pronto”.
Massana, que ya tiene el Nivel 2, lo que le permite entrenar a equipos de hasta Primera Catalana, está estudiando el Nivel 3 que es el más elevado de entrenador. Hasta ahora era el coordinador de la EF Artesa de Segre. “Tengo los discos de la zona lumbar degenerados y también varias hernias discales”, explica. “Puedo hacer vida normal y ejercicio físico, pero no una actividad exigente”.
A sus 28 años puede presumir de una carrera intensa. Formado en la base del Artesa de Segre, a los 13 años fichó por la UE Lleida. Con Zubillaga, siendo juvenil, ya debutó en Segunda B y estuvo en el primer equipo del Lleida 4 temporadas, tres con Emili y una con Seligrat. Jugó después en Grecia, Santboià, Amorebieta, AEK Larnaca –con el que fue segundo en la Liga de Chipre y se clasificó para la fase previa de la Europa League–, Ascó y, la pasada temporada, en el Balaguer. Es también profesor de educación física de Primaria.
“La temporada con Seligrat ya empecé a tener problemas en la espalda. Ví que mi carrera sería corta pero no quería dejarla sin jugar en el extranjero”, explica. “Cuando salí de Chipre tuve ofertas de Segunda B, pero preferí quedarme aquí para empezar a organizar mi vida”.
“Empezar en mi pueblo me hace ilusión. Es un reto y una responsabilidad, pero me veo preparado. ¿El objetivo?, mantener la categoría”, concluye.