Villar y su hijo salen de la prisión tras pagar sus fianzas

El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Ángel María Villar y su hijo, Gorka Villar, abandonaron ayer la prisión madrileña de Soto del Real cerca de las 19.15 horas, en la que han estado durante 12 días desde que ingresaron en ella por su presunta implicación en el desvío de fondos del organismo deportivo que investiga el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz. Su puesta en libertad ha tenido efecto después de que ayer por la mañana abonasen las fianzas de 300.000 y 150.000 euros, respectivamente, impuesta el lunes por el juez instructor, pese a que el pasado 20 de julio decretó su prisión incondicional. El magistrado también fijó la misma cantidad para el vicepresidente económico del organismo, Juan Padrón, que también se prevé que salga en breve del centro penitenciario.

A su salida, Villar hizo unas “breves” declaraciones ante las decenas de periodistas que les esperaban a las puertas de la cárcel, en las que agradeció “a todas aquellas personas que han confiado, privada y públicamente” en él, en su hijo y en el vicepresidente económico y que les han “defendido”. Asimismo, dio las gracias y les deseó “suerte” a los presos del módulo número 1 de Soto del Real, en el que han permanecido durante estos días, “por el cariño y afecto que han tenido” con ellos. “Espero verles en la calle”, dijo. El juez instructor dictó el lunes un auto en el que puso en libertad provisional bajo fianza a estas tres personas, al entender que “difícilmente podrían obstaculizar la instrucción de la causa”, y que no existe riesgo de fuga al acordar las fianzas y otras medidas de control, ni ocultar bienes y patrimonio gracias a que sus cuentas están bloqueadas y embargadas. Además, obliga a los tres a comparecer semanalmente al juzgado, la retirada del pasaporte y a que faciliten un teléfono móvil para poder ser localizados y llamados en cualquier momento.