ATLETISMO MUNDIAL DE LONDRES
Van Niekerk se pasea en los 400 y Kipruto no falla en los 3.000 obstáculos
El sudafricano Wayde Van Niekerk, plusmarquista mundial y campeón olímpico de 400, se paseó en la final de la distancia en ausencia de su gran rival, Isaac Makwala, víctima del brote de gastroenteritis detectado en un hotel oficial de atletas y obligado por la IAAF a guardar aislamiento para evitar contagios. Van Niekerk venció cómodamente con 43.98, seguido del bahamés Steven Gardener (44.41) y del catarí Abdalelah Haroun (44.48).
En los 3.000 obstáculos, Conseslus Kipruto mantuvo a salvo la hegemonía keniana en los Mundiales frente a las pretensiones del marroquí Soufiane Elbakkali y del estadounidense Evan Jager, que tuvieron que resignarse a los puestos de atrás en el podio. En plena recta final, con Elbakkali apretando a fondo por detrás, Kipruto, muy seguro de sus fuerzas, se permitió festejar por anticipado el duodécimo título para Kenia, con una marca de 8:14.12. El Bakkali obtuvo plata con 8:14.49 y Jager bronce con 8:15.53.
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La final de 800 había quedado un tanto devaluada por las ausencias, circunstancia que Pierre-Ambroise Bosse aprovechó para convertirse, con un crono de 1:44.67, en el primer francés campeón del mundo de la distancia con un ataque feroz en la última curva. El polaco Adam Kszczot se alzó con la medalla de plata y el keniano Kipyegon Bett completó el podio.
Finalmente, el estadounidense Sam Hendricks elevó a once su racha de victorias con la pértiga en 2017, mientras el plusmarquista mundial, Lavillenie, fracasó por quinta vez en su asalto al título y tuvo que conformarse con la medalla de bronce. Hendricks, subcampeón olímpico en Río 2016, se impuso con una marca de 5,95 metros, seguido del polaco Piotr Lisek con 5,89, igual que el francés pero con menos nulos. En la única final femenina de la jornada, la checa Barbora Spotakova, doble campeona olímpica y plusmarquista mundial de jabalina, recuperó diez años después el título.