Froome, más líder

Alexey Lutsenko se impuso ayer en la quinta etapa de la Vuelta, entre Benicàssim y Alcossebre, al ser el más fuerte de una fuga de 17 ciclistas y llegar en solitario a la Ermita de Santa Lucía, mientras que Chris Froome aguantó el ataque de un recuperado Alberto Contador y reforzó su maillot rojo.

Una vez que el pelotón quitó el pie del acelerador y dio a los escapados margen para jugarse el triunfo, el foco se situó en esa lucha. Se desataron las hostilidades y el austríaco Haller fue el primero en probarlo. Por detrás, Lutsenko reaccionó junto a Matej Mohoric y le dieron caza. El kazajo provocó con su ritmo que Mohoric cediera y en la subida a la Ermita hizo lo propio con el austríaco. Por detrás aceleraron, pero nadie llegó a tiempo de alcanzar a un Lutsenko que no vaciló en ningún momento. Froome no solo mantuvo el liderato sino que lo reforzó después de que De la Cruz y Nibali cedieran cerca de medio minuto. El británico atacó y solo Chaves, Woods y Contador, que protagonizó el último golpe, llegaron al mismo tiempo. No pudo aguantar Tejay van Garderen, que cedió 8 segundos, y por detrás llegaron Adam Yates, con 11 segundos perdidos, junto a Aru, Kelderman y Zakarin, mientras que De la Cruz perdió la segunda posición y es quinto a 23 segundos.

Hoy la sexta etapa de la Vuelta saldrá de Villarreal y llegará a Sagunto tras 204,4 kilómetros. Una jornada larga con 5 puertos pero terreno propicio para otra fuga. Entre las cimas destaca la última, el Puerto del Garbí.