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El balear Álex Abrines disputa un balón con Marko Todorovic.

El balear Álex Abrines disputa un balón con Marko Todorovic.EFE

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La selección española se exhibió ayer en su debut en el Eurobasket frente a Montenegro (99-60). Cinco minutos duraron los nervios, los mismos que tardó el equipo de Scariolo en situarse por delante. Montenegro dio un paso atrás, intentó atrincherarse y protegerse y eso fue su perdición. Con 15-10 no quedaba ningún jugador del quinteto inicial y comenzó el reinado del Sergio Rodríguez con pases imposibles y con asistencias mágicas que Willy Hernangómez aprovechó. En algunos momentos se llegó a una especie de festival en el juego de equipo, aunque Scariolo ordenó la vuelta al trabajo, a la fuerte defensa, sabedor de que llegarán momentos en que será necesario sentar unas bases sólidas en este aspecto. Por parte montenegrina, algunos fogonazos de Vucevic y poco más. Todorovic y Dubljevic estuvieron muy discretos y Montenegro se fue desangrando poco a poco. Al final del primer cuarto el marcador era de 26-14 y al descanso ya estaba el partido prácticamente decidido con el 51-29. El tercer cuarto careció de historia, ya que el equipo estatal mantuvo con solvencia la ventaja e intentó trabajar para que esos minutos no fueran baldíos. Los balcánicos arrojaron la toalla en los últimos diez minutos y descafeinaron el intento de los españoles de continuar jugando serio, por lo que Scariolo dio muchos más minutos a los jóvenes hasta el 99-60.

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