Un buen punto

Con capacidad de sacrificio, sabiendo sufrir cuando corresponde y con una pequeña dosis de fortuna –superado ya el tiempo añadido el At. Balears estrelló un balón en el larguero– el Lleida salió vivo de la “ratonera” de Son Malferit, un campo de dimensiones reducidas, hierba artificial, con un público muy encima y ante un rival demasiado agresivo, que buscaba su primera victoria en casa tras perder en el debut ante el Villarreal B (0-1) y empatar en el derbi ante el Mallorca (0-0).

Los de Albadalejo volvieron a demostrar la eficacia de su presión, juegue quien juegue de titular aunque se vaya ya perfilando el equipo tipo, y que trabajan muy bien la estrategia. Ello le permitió sumar un punto (1-1) y mantenerse invicto. El Lleida intentó marcar en dos ocasiones desde el centro del campo (ver desglose) y el 0-1 llegó con una contra iniciada por Diego Rivas y que culminó Jorge Félix con un espectacular cabezazo desde el borde de área. En todo el primer tiempo, el Lleida controló más y mejor el juego ante un rival que solo tuvo claro el gol antes del primer minuto con un remate de Oliva que Rivas envió a córner. Tras el gol se endureció el juego con entradas muy duras, tanganas en cada acción y lluvia de tarjetas –la expulsión de Kike López, sustituido por lesión, en el banquillo local, fue esperpéntica– que acabó descentrando al Lleida cuando tenia el partido en sus manos.

En la reanudación, el At. Balears fue otra cosa. Salió aleccionado desde su vestuario, Fullana tomó el mando y el ex-eridano Xisco Hernández condujo el ataque local hasta conseguir el empate. Una jugada que inicio él, sirvió a Álvaro, que mandó el balón al segundo palo para que Oliva cabecease, desmarcado, al fondo de la red.

Lo mejor fue que los leridanos no se vinieron abajo con el g ol. Es más, salvo un remate de Nacho Heras en el 69, que salió fuera por poco, las dos mejores ocasiones fueron leridanas. La primera, por partida doble. Moustapha, tras dos regates, remató pero su tiro entre el alemán Carl Klaus y el defensa Vallori, acabó en córner que, botado por Jorge Félix, fue cabeceado por Satrustegui ajustando al palo, pero fuera, Y aún tendria Jorge Félix el 1-2 pero su tiro acabó yéndose alto. El resto de minutos fue un constante forcejeo entre los locales, a base de colgar un balón tras otro al área de Riego Rivas, que fueron sistemáticamente despejados por la defensa leridana, impecable por arriba, sobre todo por Trilles y Eneko, que cuajaron un muy buen partido. Y luego, claro está la fortuna. Con los cuatro minutos de prolongación ya vencidos, un inexistente córner contra el Lleida –era un claro saque de porteria– fue cabeceado por Vallori, subido al ataque, al larguero. Perder el partido hubiese sido totalmente injusto.