La Federación prohíbe al Lleida jugar con la senyera

La tensa situación política que se vive en el país, con un gobierno español que parece capaz de todo con tal de impedir que los ciudadanos depositen un voto en una urna el próximo domingo, tuvo ayer su propio capítulo en el Camp d’Esports, donde se vivió un auténtico esperpento. La Federación Española de Fútbol (RFEF), apelando únicamente al “ordeno y mando”, prohibió al Lleida que jugara ante el At. Saguntino con la camiseta con los colores de la senyera, bajo amenaza de suspender el partido.

Una camiseta con la que el Lleida, por ejemplo, ya jugó hace cinco años en el Camp d’Esports ante el Eibar, o con la que jugó un partido de Copa del Rey en el estadio del Betis, o un encuentro de play off en la Ciudad Deportiva del Real Madrid, ayer no podía utilizarse. El Lleida había comunicado a la Federación y al rival que usaría esta indumentaria y a pocos minutos de empezar el partido, el árbitro les comunicó que lo tenían prohibido. Además, el equipo perdió 0-1 ante el At. Saguntino, el primero que pierde esta temporada, con lo que sufrió una doble derrota.

El Lleida emitió un comunicado el pasado miércoles, como otros muchos clubes y entidades deportivas catalanas, coincidiendo con los registros de la Guardia Civil en organismos de la Generalitat y la detención de cargos públicos, en el que condenaba “cualquier acto que pueda comprometer el ejercicio de derechos civiles básicos como son la libertad de exspresión o el derecho a decidir de los ciudadanos” e hizo público que este domingo jugaría con la camiseta de la senyera.

Pocos minutos antes de empezar el partido redactó otro comunicado, en el que explicaba que la tripleta arbitral les prohíbía jugar con la camiseta de la senyera “por orden de la RFEF, con la advertencia de que si hacemos caso omiso, no se disputará el partido”. Ante esa situación, y teniendo en cuenta de que el Saguntino únicamente había traído una sola equipación, con la camiseta roja, tuvo que jugar con la habitual azul.

El público, ante esa absurda situación, la de prohibir el uso de una camiseta, silbó al árbitro en cada entrada y salida del césped y se oyeron, más que nunca, gritos de “independencia” y “votarem, votarem”.

En cuanto al partido, Gerard Albadalejo volvió a hacer varios cambios en el once, entre ellos el portero, jugando Oliveros en lugar de Diego Rivas y, aunque tuvo la posesión del balón y el control del partido, se encontró con una inesperada e inmerecida derrota. Sentenció el partido un gol de Álex Felip en el minuto 73, aprovechando un desajuste defensivo. El Lleida había tenido ocasiones para marcar pero, incluso con el 0-1, Moustapha tuvo el empate en el 86, con un remate que salvó Lluna y lo tuvo también Nierga en el 93, pero el balón salió fuera.