Savia nueva

El Actel Força Lleida inicia este sábado en la Ciutat Esportiva del FC Barcelona un nuevo proyecto en la categoría de plata del baloncesto español, su sexta consecutiva, que arranca con ilusiones renovadas y con un equipo que, sobre el papel, se vislumbra más sólido y con la juventud como bandera. La permanencia volverá a ser el gran objetivo deportivo y llenar el Barris Nord el del club, para una temporada en la que el sueño es volver a jugar el play off.

Hasta cuatro cambios ha introducido Borja Comenge en su segundo proyecto en el club, que mantiene, eso sí, el bloque de la pasada temporada, con la experiencia de Miki Feliu, Juampi Sutina y Ablaye Mbaye y la proyección de Kregor Hermet –ya con ficha del primer equipo–, Marc Rubín de Celis y Marc Martí, quien completa su segunda campaña como cedido por el Basket Zaragoza avalado por la gran segunda vuelta del año anterior.

Desde que el técnico leridano se hizo cargo del equipo, este se ha ido reinventando a cada situación. La temporada pasada vivió, sobre todo, de la inspiración de dos jugadores. Primero, Luka Rupnik, clave en el espectacular arranque que llevó al Actel a liderar en solitario la Liga. Y, después, tras la marcha del esloveno, Garrett Nevels, que asumió los galones para convertirse en el MVP del equipo, con unos números que le han permitido dar el salto a la Lega italiana y a jugar competición europea.

Esta vez la configuración de la plantilla ha sido otra muy distinta. De entrada, no hay ningún jugador franquicia y sí muchos que pueden asumir un rol destacado, especialmente los cuatro recién llegados. De hecho, varios de ellos llegan tras completar grandes temporadas en sus anteriores equipos. Jarred Ogungbemi-Jackson, canadiense de nacimiento pero con pasaporte jamaicano –por lo que no ocupa plaza de extracomunitario–, aterriza en el Barris Nord para dirigir la nave tras ser elegido el mejor base de la pasada Liga portuguesa.

Otro, Brano Dkjukanovic, llega como máximo anotador de la Liga serbia, dotes que ya ha empezado a demostrar en Lleida en la pretemporada, en la que ha sido, de largo, el máximo encestador del equipo, exhibiendo un lanzamiento letal desde más allá de los 6,75.

Otro de los puntos fuertes de esta nuevo Actel Lleida será la polivalencia. Al margen de Feliu, el comodín de Comenge para cuando hay problemas con los pívots, este año se le unen el propio Djukanovic, que puede actuar de 2 o de 3, y Timothy Derksen, que puede jugar en todas las posiciones exteriores y hasta de ‘4’ si fuera necesario. El de Tucson, que ya conoce perfectamente la Liga tras su paso por el Marín, está pendiente de recibir el pasaporte italiano, lo que elevaría, y mucho, las posibilidades de salir del club antes de acabar la Liga. Y en zona interior destaca la presencia del neozelandés Mike Karena, que aportará músculo y juego bajo el aro para paliar la marcha de Alzamora, una de las bajas del equipo juntamente con Simeón, Demetrio, Sevillano y el mencionado Nevels.

Que empiece el espectáculo.

Una buena pretemporada pese a sumar más derrotas que victorias Aunque la victoria es siempre el gran objetivo final en el mundo del deporte, sobre todo en el colectivo, en las pretemporadas los resultados quedan en un segundo plano. El reto es acoplar a los nuevos y conjuntar al equipo, y eso es lo que ha hecho Borja Comenge, que ha dado poca relevancia a las derrotas que ha sufrido su equipo, hasta cinco, por solo dos victorias. No obstante, en casi todas ellas el equipo ha competido hasta el final, y eso que en cada partido ha tenido bajas de relevancia, la última de ellas la de Karena, que es el gran quebradero de cabeza del técnico para el debut ante el Barça B.