Triunfo con autogol

El Barça sufrió ayer para llevarse la victoria en Lisboa ante el Sporting de Portugal, que se lo puso difícil a los azulgranas pero no consiguieron anular el gol en propia puerta marcado por el uruguayo Sebastián Coates en el arranque de la segunda parte. Los de Ernesto Valverde cosecharon así su octava victoria consecutiva, segunda en la Champions, y se colocan líderes en solitario del grupo D, con tres puntos de ventaja sobre el cuadro portugués y la Juventus.

Valverde apostó por su once de gala con una sorpresa, Sergi Roberto en lugar de Deulofeu, descartado a última hora. En una primera parte muy igualada, el Barça empezó manejando el balón en el medio campo a la espera del momento de meterle mano al Sporting, que intentaba robar la pelota para contraatacar. Tras quince minutos más calmados, los de Valverde tantearon el marcador con un tiro desde fuera del área que se fue alto de Luis Suárez. El Sporting respondió con un zurdazo de Piccini que pasó rozando el larguero. Con apenas 26 minutos de partido, los “leones” ya sumaban dos amarillas por las faltas cometidas por Martins y Coentrão, que encendieron todavía más a los 50.000 aficionados que llenaban el estadio.

El brasileño entró en los minutos finales y tuvo en sus botas la sentencia, pero se topó con el portero

Valverde alineó a su equipo de gala con una sola novedad, la de Sergi Roberto por Deulofeu

Los blaugrana siguieron intentando batir a Rui Patrício sin éxito, mientras que el peligro verdiblanco procedía principalmente de una de las revelaciones de esta temporada, Bruno Fernandes. A cinco minutos del descanso, Doumbia cayó en el borde del área en una acción con Piqué, pero fue una simulación clara y el árbitro le mostró la amarilla. Sorprendentemente, el marfileño no pudo seguir en el partido y tuvo que ser sustituido por Bas Dost.

Al filo del descanso, un disparo de Messi en el área chica se encontró de frente con un antiguo rival, cuando Coentrão se tiró al suelo de forma providencial para detener el disparo. El bloqueo terminó nada más comenzar la segunda parte. Mathieu peinó un centro de Messi que acabó en la cabeza de Luis Suárez, pero su compañero Coates la tocó y despistó a su portero, que vio el balón entrar en la portería.

El gol dejó tocado al Sporting durante unos minutos, en los que se lanzó a parar las embestidas del Barça con faltas y fue acumulando más amarillas entre sonoras pitadas. Los “leones” incrementaron la presión y dejaron más espacios, una ventaja que intentaron aprovechar los azulgrana, que nuevamente se toparon con un antiguo conocido. Mathieu, que cambió este verano el Camp Nou por Alvalade, se tiró al suelo para quitarle de los pies el balón a Messi en una internada peligrosa. Sin embargo, los de Valverde seguían sin tener el dominio claro del partido y el Sporting se vino arriba, obligando a Ter Stegen a intervenir para evitar lo que habría sido el gol del empate de Bruno Fernandes. Minutos después, el Sporting volvió a perdonar. Bas Dost llegó al área y tenía espacio para disparar, pero prefirió dejar el balón a Bruno, que tiró a las manos del portero alemán.

Ante el dominio verdiblanco, Valverde decidió empezar a mover el banquillo y quitó a Iniesta, muy aplaudido por la grada, para dar paso a Paulinho.

Con el brasileño, el Barça se plantó más firme sobre el césped e incluso estuvo cerca del segundo, con un disparo precisamente de Paulinho que detuvo Rui Patrício, lo que hubiera sido la sentencia. La momentánea recuperación no desmoralizó al Sporting. Empujados por su ruidosa hinchada, los “leones” lo intentaron hasta el último minuto, gracias a una falta peligrosa que ‘regaló’ Sergio Busquets en un lateral y que, por suerte, no llegó a nada. De esta manera el Barça certificó la octava victoria azulgrana consecutiva, la segunda en Europa.