Gran punto

El Barça sacó un sufrido empate (1-1) en su primera visita al Wanda Metropolitano frente a un Atlético ultradefensivo, gracias a un tardío tanto de Luis Suárez que igualó el logrado por Saúl Ñíguez en la primera mitad, lo que supuso el primer tropiezo colchonero liguero en el recién estrenado estadio y también el primero de los azulgranas en Liga. El gol del uruguayo alargó la mala racha de los rojiblancos en el torneo doméstico frente a un rival al que llevan sin vencer desde febrero de 2010. Los de Simeone trataron de defender un resultado positivo, pero el paso de los minutos les hizo perder la frescura necesaria para cerrar un choque frente a un destacado líder que, por empeño y ocasiones, mereció hasta ganar.

El Atlético tenía muy afinado su plan. No asumiría más riesgos de los que le provocara su adversario, consciente de que la responsabilidad de la pelota sería de los azulgranas. Estos también sabían que delante tendría un muro en torno a Oblak y que detrás tendrían que correr para frenar los contragolpes. Tal panorama le exigía un ejercicio de paciencia, movilidad y precisión. O una individualidad de Messi, que no repara en defensas ni en tácticas ni en rivales, que juega, regatea y se perfila siempre con la portería contraria en su mente. Ayer tuvo la primera ocasión a los 29 segundos y no fue gol por unos centímetros.

Los azulgranas reclamaron dos penas máximas, una de Gabi sobre Messi y otra por unas manos de Savic

El conjunto azulgrana volvió a puntuar en el feudo colchonero, donde no pierde desde 2010

Luego se vio mucho menos a Messi en las zonas concluyentes, siguió el Barça con el balón, un monopolio por momentos, nada dañino en cualquier caso. Y hasta ahí; sin más oportunidades en un rato largo, en el que el Atlético demostró determinación en dos remates de Griezmann, uno previa carrera vertiginosa y ‘túnel’ a Piqué. Los dos los paró un imponente Ter Stegen, pero también los dos eran un indicio de que, por entonces, por mucho repliegue y por mucho que la pelota le durara poco o nada al Atlético, se jugaba quizás más a lo que diseñó el equipo rojiblanco que a lo que quiso el Barça, que solo forzó una parada fácil de Oblak en el primer tiempo.

Y, de repente, el 1-0 de Saúl Ñíguez. Un golazo, que nació de una combinación de una decena de toques Filipe Luis, Carrasco y el internacional español, que llegó al borde del área y lanzó un disparo ajustado al que nada pudo hacer Ter Stegen. El gol dio serenidad a los rojiblancos, que no cambiaron el guión y aguantaron sin dificultades hasta el descanso ante un espeso ataque azulgrana que no llegó con claridad al arco defendido por Oblak, a pesar de los esfuerzos de un Messi omnipresente, que reclamó un claro penalti de Gabi que el colegiado no dio.

Precisamente, en la reanudación, fue suya la ocasión más clara, con un disparo de falta que se estrelló en el poste. Mientras, los de Simeone encontraban dificultades para salir al espacio y apenas inquietaban a un Barcelona al que el paso de los minutos corría en su contra camino de la primera derrota liguera de la temporada. Sin embargo, la falta de ocasiones y de frescura tras el parón de selecciones hizo que el partido resultara demasiado largo a los atléticos, que acabaron defendiendo en su propio campo ante la insistencia de Luis Suárez y Messi, quienes volvieron a pedir una pena máxima por unas manos claras de Savic dentro del área. La dupla culé se activó en la segunda mitad y, aunque el argentino no encontró el acierto que sí tuvo con su selección para llevarla al Mundial de Rusia, fue suficiente para inquietar a una defensa local que acabó viendo como Luis Suárez silenciaba el Wanda con un cabezazo a falta de menos de diez minutos para el final, que supuso su tercer gol en esta temporada. Tras el empate, los de Valverde tuvieron varias ocasiones para llevarse los tres puntos, pero les faltó suerte en la definición.