El poder de la familia

Es fácil que dos hermanos practiquen un mismo deporte, que jueguen en el mismo equipo también puede ser frecuente, pero que coincidan en una plantilla de diez jugadores dos parejas de hermanos gemelos, no es nada habitual. En el ICG Software Lleida están esta temporada los recién fichados Roberto y Bruno Di Benedetto, mellizos franceses de padre siciliano y madre gallega, con los gemelos de Tremp Lluís y Andreu Tomàs. Todos ellos ven ventajas en el hecho de compartir equipo con un hermano, aunque reconocen que algunos comentarios que se dedican no se atreverían a hacerlos con otros compañeros. “Si lo que le digo a mi hermano se lo dijera a otro compañero, habría pollo en cada partido”, bromea Andreu.

Bruno y Roberto, nacidos en París el 8 de mayo de 1997, han jugado toda la vida juntos. “Fue por casualidad. Mi padre nos apuntó a un club, el Noisy Le Grand, y nos gustó”. Después fueron al Merignac y de allí a La Vendéenne, donde han ganado dos Ligas y una Copa. Su hermano Carlo cumple su segunda temporada en el Liceo.

Todos reconocen que les afectan los fallos de su hermano y que se dicen cosas que no dirían a otro

Lluís Tomàs dice que “si no somos humildes y trabajamos cada minuto, todos somos vulnerables”

Andreu y Lluís, aunque empezaron juntos en Tremp y llegaron juntos al Lleida, se separaron durante la etapa universitaria, hasta volver a coincidir en el Llista. “Jugar con tu hermano en el club de casa es una de las cosas más bonitas que te puede brindar el deporte”, dice Lluís.

“Jugar con tu hermano tiene cosas buenas y otras no tan buenas, aunque prevalecen las primeras”, señala Bruno. “Nosotros llevamos toda la vida juntos, te conoces en la pista, sabes siempre donde está el otro”, añade. “Hay tanta confianza que “no nos escondemos de gritar al otro si hace algo mal”, afirma Roberto. “Pero nos entendemos mejor que con otros jugadores”. Añade que al llegar a Lleida les hizo sentirse más cómodos al ver que había otros dos gemelos. “Notamos que la relación entre ellos es igual de intensa que la nuestra y eso te da complicidad”.

“Te dices las cosas de otra manera, para lo bueno y para lo malo”, señala Andreu. “También me afecta más que a otro compañero cuando mi hermano comete un error. Y suele ocurrir que si uno de los dos no está bien un día, el otro tampoco”. También admiten que “nos llamamos continuamente. A veces son llamadas de 20 segundos”. “No es una dependencia negativa, pero sí que tenemos la necesidad de estar en contacto”, añade Lluís, quien resume así su relación: “Somos hermanos, amigos y compañeros de colla”.

“Con un equipo así el objetivo ha de ser importante” Bruno Di Benedetto cree que con el equipo que tiene esta temporada el ICG Software se puede ser ambicioso. “Con un equipo así los objetivos tienen que ser importantes”, explicaba el jugador. En su opinión, estos objetivos son “acabar la Liga entre los cuatro primeros, clasificarnos para la Final Four de la CERS e intentar ganar la Copa del Rey.