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Joan ‘Xixi’Creus, autor de los dos goles, intenta presionar a un jugador del Igualada.

Joan ‘Xixi’Creus, autor de los dos goles, intenta presionar a un jugador del Igualada.AMADO FORROLLA

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El ICG Software Lleida salvó ‘in extremis’ un punto ante un ultradefensivo Igualada (2-2), en un duelo falto de ritmo pero que concentró toda su intensidad en un final de infarto. En él, los listados bien pudieron perder e incluso ganar, si no hubiese sido porque los árbitros le anularon un gol a Andreu Tomàs, el segundo de la mañana, cuando faltaban tan solo 16 segundos para la conclusión, al entender que había rematado con el patín, cuando las imágenes de televisión confirmaron que fue con el stick.

El encuentro no empezó nada bien para los de Albert Folguera, y eso que el técnico ya había avisado en la víspera que era vital mantener la portería a cero. Nada más sacar de medio campo, Sergi Pla batía a Lluís Tomàs, que no pudo atajar la bola y esta entró lentamente dentro de la portería. Tocaba remar a contracorriente y ante un rival que si por algo destaca es por su férrea defensa. Por suerte para el ICG, ‘Xixi’ Creus se sacó un fuerte disparo desde lejos que sorprendió a Deitg y restableció la igualada a los 8 minutos (1-1). La calma volvía al partido.

Marcó los dos goles y tuvo en sus manos la victoria, pero erró una falta directa a 16 segundos del final

Los listados, espoleados por el tanto, pusieron cerco a la meta igualadina y tras dos buenas ocasiones desbaratadas por el meta rival, Andreu Tomàs conseguía batir de nuevo a Deitg, pero los colegiados lo anulaban al entender que el de Tremp había introducido la bola con el patín. El Igualada solo creaba peligro a partir de los errores del rival, que por suerte solucionaba un inspirado Lluís Tomàs, para llegar al descanso con las espadas en todo lo alto.

La segunda mitad fue prácticamente un monólogo del ICG que, no obstante, se mostró impreciso y en ocasiones impaciente por resolver el partido. Sin Darío Giménez, ausente por una lesión muscular que en principio no le debe impedir jugar el próximo partido, hizo que el ataque leridano se atascara. Los igualadinos, por su parte, lo basaban todo en su defensa y, sobre todo, en la inspiración de su portero, que salvó en más de una ocasión el segundo tanto local. Roberto di Benedetto, el más incisivo ayer del ICG y que comandó casi todas las incursiones ofensivas, tuvo el gol en varias ocasiones, la más clara una falta directa que no acertó a transformar en el minuto 33.

Y del posible 2-1 se pasó al 1-2 en un remate en semifallo de Méndez. Como en el primer tanto, la bola entró tímidamente en la portería ante la desesperación del meta pallarés. El tanto dejó tocado al ICG y una inocente falta de Candanedo le supuso la tarjeta azul y, en consecuencia, su exclusión y una falta directiva que Méndez lanzó y paró Tomàs, que un minuto después volvía a salvar a su equipo. Fueron los peores momentos para los locales.

En los últimos cinco minutos, el ICG se volcó a la desesperada. Creus y Roberto di Benedetto, este por partida doble, tuvieron el empate, que llegó por fin cuando faltaban 25 segundos y gracias a una falta directa que transformó el reusense. Pero ahí no acabó el partido. Con 16 segundos aún por jugarse, los árbitros excluyeron a Oriol Vives y el ICG gozó de otra falta directa. Esta vez, no obstante, Creus no estuvo acertado, pero el rechace del portero lo recogió Andreu Tomàs y batió a Deitg. Sin embargo, mientras un árbitro daba gol, precisamente el que había seguido la jugada de cerca, el otro, que estaba más alejado, lo anuló por el mismo motivo que el primero, por rematar con el patín. La decisión provocó las protestas airadas de los listados y originó una pequeña tangana que tuvo como protagonista al técnico igualadino, Ferran López, que entró en la pista supuestamente para separar a sus jugadores pero que se encaró con algunos del ICG. Por suerte, la situación no pasó a mayores y el partido acabó en unas tablas que no agradaron ni a unos ni a otros.

Albert Folguera, técnico del ICG Lleida, no dudó en reconocer que ayer no merecieron ganar, al tiempo que no le dio importancia a los dos goles anulados ni quiso valorar lo que pasó en los últimos segundos. “Para mí el final es anecdótico, no me interesa. Me interesan los 49 minutos y medio anteriores. No merecíamos ganar, pero me marcho contento con un punto. ¿Que podíamos haber ganado?, sí... pero la realidad es la que es. Ha habido demasiada precipitación y ganas de ganar. Me quejo de la falta de paciencia, no de la actitud, que les sobra”, apuntó. En cuanto a los dos goles anulados dijo: “Son anécdotas, pasa en cada partido. La han liado tanto (los árbitros) que al final no sabían qué hacían”, dijo Folguera, que sí criticó a uno de los colegiados. “Ha sido el de siempre”, dijo refiriéndose, sin citarlo, a Xavier Buixeda, con el que ya ha tenido más de un incidente. “Ha llevado a su compañero al límite. Ya se ha visto”, añadió.

Por su parte, Jordi Creus criticó la actitud del técnico rival, Ferran López. “Estamos en medio de la pista y el entrenador rival entra y nos dice que si somos unos ‘piscineros’ y que les han robado. Creo que no tiene que entrar a increpar. Yo también soy de sangre caliente y tendría que haberme callado”, apuntó. Sobre los árbitros dijo: “No puede ser que el que está lejos de la jugada anule el gol por pies cuando el que está de cara no lo ve, aunque si no hemos ganado ha sido por deméritos nuestros más que por los árbitros”.

Joan ‘Xixi’Creus, autor de los dos goles, intenta presionar a un jugador del Igualada.

Joan ‘Xixi’Creus, autor de los dos goles, intenta presionar a un jugador del Igualada.AMADO FORROLLA

Joan ‘Xixi’Creus, autor de los dos goles, intenta presionar a un jugador del Igualada.

Joan ‘Xixi’Creus, autor de los dos goles, intenta presionar a un jugador del Igualada.AMADO FORROLLA

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