Listos para la Copa

El Lleida Esportiu, en una tarde-noche mágica y que pasará a la historia de sus estadísticas, levantó un 0-2 tras el descanso y endosó cuatro goles a un Cornellà al que borró del campo en el segundo periodo. El equipo azul logra así ascender a la tercera plaza del play off y enfila la semana pletórico de ánimo y manteniendo su buena forma antes de enfrentarse el jueves en la Copa del Rey a todo un Primera división como la Real Sociedad. Nadie simbolizó como Iván Agudo la reacción furiosa no exenta de calidad del equipo en la segunda mitad. Dos goles, una asistencia y un penalti cometido sobre él que el propio Iván se encargó de transformar. Su talento, el de Joel Huertas y el enorme despliegue físico de todos derrumbaron a un Cornellà que se durmió en los laureles al sentirse vencedor en el minuto 7 cuando de forma sorprendente ganaba por 0-2. En una segunda parte de fútbol “callejero”, como definió muy gráficamente el técnico Gerard Albadalejo, el Lleida se hizo con los tres puntos por fe, por intensidad y por espíritu de grupo. Una remontada épica como es pasar de un 0-2 a un 4-2 en solo 45 minutos también se explica por una gran comunión dentro del vestuario.

El Lleida se vio sorprendido de inicio por un gol olímpico, que se tragaron la defensa y Diego Rivas, y casi a renglón seguido por un segundo tanto visitante tras un error en el pase de Aitor Núñez. Un castigo semejante hubiera descompuesto al equipo más pintado y en la primera parte los azules, lentos e imprecisos, lo acusaron, ya que apenas llevaron peligro a la portería del leridano Craviotto.

Albadalejo, que apostó de inicio por un 4-4-2, no esperó acontecimientos y en el descanso introdujo a Valiente por Mousa y a Huertas por Andriu. Unos cambios que derivaron en un 4-2-3-1 y que, añadidos a la arenga que dio en el vestuario a los jugadores posibilitaron la reacción desde el primer minuto de la reanudación. El Lleida, además, consiguió lo más difícil que era igualar el marcador (2-2) en apenas siete minutos. Con ello devolvía calcado al Cornellà el golpe recibido en la primera parte y, con muchos minutos por delante todavía, se lanzaba en pos de la victoria.

El equipo leridano fue amo y señor de la segunda parte, pero en unos minutos frenéticos, casi de correcalles tras el 2-2, el Cornellà pudo haber asestado el golpe definitivo. En una rápida acción, Cortés se plantó en el área pero en lugar de chutar quiso ceder el balón a un compañero y perdió la ocasión de gol y también la brújula de los visitantes, que ya no volvieron a dar señales de vida en ataque.

Los últimos diez minutos fueron de puro delirio. El Lleida se lanzó a por el Cornellà como un cazador a su presa y la grada estalló de júbilo con dos goles más, lo que vaticina los mejores augurios para la Copa.