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Los jugadores del Lleida Esportiu B celebran uno de los goles del partido.

Los jugadores del Lleida Esportiu B celebran uno de los goles del partido.ÓSCAR MIRÓN

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El Lleida Esportiu B cortó su mala racha de tres partidos sin conocer la victoria y lo hizo tras apabullar al Balaguer con una goleada de las que se recuerdan (6-2). Los de Mariani remontaron el gol inicial de un Balaguer que había salido muy enchufado con una exhibición de acierto ante la portería defendida por Alfred para acabar marcando hasta 6 goles.

El partido fue un derbi en toda regla. Tras unos primeros minutos de tanteo, el Balaguer se adueñó del balón y comenzó a crear juego. Tanto es así que a los diez minutos, en una jugada embarullada dentro del área local, Sergi Galceran adelantó a los de la Noguera (0-1). El gol hizo daño al Lleida B, que se temió lo peor. El Balaguer venía de encadenar tres victorias y nada hacía prever lo que acabaría siendo el partido.

Tras el gol, el Lleida B pasó unos minutos de nervios pero lentamente fue recuperando su juego. La posesión del balón se niveló y los hombres de Mariani encontraron el empate en una jugada de estrategia cerca de la media hora de juego, obra de Peco (1-1). Los locales empezaron a creérselo y en el saque de otro córner llegó el 2-1, bien culminado por Enric Bosch. El filial azul había hecho lo más difícil, sobreponerse a un Balaguer que había comenzado muy bien.

Pero lo mejor estaba por llegar. La segunda mitad arrancó con un Lleida B muy explosivo, que enseguida incrementó su cuenta goleadora. Solo habían pasado cuatro minutos cuando Enric Bosch conectó un potente disparo ajustado ante el que nada pudo hacer Alfred (3-1). Tras el gol, Edu March reaccionó y puso a calentar a su banquillo. Los cambios, que llegaron muy rápido, no mejoraron la imagen de un Balaguer que tropezó una y otra vez ante la bien posicionada defensa local. Y al cuarto de hora de la segunda mitad llegó la jugada que rompió definitivamente el partido. Un penalti dudoso en el área del Balaguer fue transformado por Sergi Gómez, y a partir de ese momento el partido solo tuvo un color (4-1). Pese a que faltaba media hora, el Balaguer ya no volvió a encontrarse cómodo, mientras que los azules salían con peligro a la contra cada vez que recuperaban el balón. Aún hubo tiempo para tres goles más para cerrar un partido que ya no tenía historia.

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