El Barça sentencia

El Barça derrotó ayer sin problemas al Murcia (0-3) en el partido de ida de dieciseisavos de final de la Copa gracias a los goles de Alcácer, Deulofeu y el debutante José Arnáiz, que cerró la cuenta con un zapatazo excepcional desde fuera del área a media hora para el final.

El cuadro de Ernesto Valverde suma y sigue. Le da igual la competición y ayer se tomó muy en serio su visita al Murcia, un equipo que no atraviesa su mejor momento. Los pimentoneros, decimosextos en el grupo IV de la Segunda, no pusieron oposición a un Barça al que le funcionó a la perfección la llamada ‘segunda unidad’. Solo el Atlético de Madrid, en su flamante Wanda Metropolitano, ha sido capaz hasta el momento de ‘rascar’ algo ante este Barça que suma 12 victorias en 13 partidos oficiales hasta la fecha entre Liga, Liga de Campeones y Copa. Los azulgranas, sin alharacas ni un fútbol brillante, fueron muy efectivos en tierras murcianas, aunque tuvieron que esperar al borde del descanso para celebrar el primer gol de la noche. El primer aviso, a los 20 minutos, lo dio Vermaelen. El central entró con todo para rematar un saque de esquina de Aleñá, pero inexplicablemente no pudo dirigir el remate desde prácticamente la misma línea de gol. El Barça insistió por la derecha con un incisivo Deulofeu, que fue de menos a más. Paco Alcácer, con un primer remate, puso a prueba a Santomé, que respondió bien, pero el delantero no falló en su segundo intento. Alcácer, que había jugado muy poco durante este inicio de la temporada, y el azulgrana fue capaz de meter la cabeza en un sensacional centro de Deulofeu. El ex del Valencia batió a Santomé y tranquilizó al banquillo azulgrana, que encauzó el partido cuando más le hacía falta. El gol aniquiló por completo a un Murcia que intentó sacar a la luz su repertorio, con una férrea defensa. Nadjib lo buscó con una jugada individual que culminó Llorente con un disparo muy alto a la media hora e incluso una acción de Molinero que puso en cuestión a Mascherano en el área. Pero no hubo forma de batir a un Cillesen que también gozó de sus primeros minutos de la temporada y estuvo a un gran nivel.

El canterano estuvo participativo en el primer tiempo en su posición natural de interior

En la segunda mitad el Barça salió decidido a resolver la eliminatoria o dejarla mucho más encarrilada. Uno de los que más ganas tuvo fue Deulofeu, que marcó el 0-2 tras un regate en la banda derecha y una definición de muchos quilates. Acto seguido, apenas tres minutos después, el debutante Arnáiz logró el 0-3 con un disparo sensacional desde fuera del área. Arnaiz jugó muy suelto en el segundo tiempo. Se sacudió los nervios del estreno y estuvo mucho más participativo. Es más, el tanto le dio alas. Incluso se atrevió con una ruleta dentro del área que arrancó el grito de asombro del público murciano.

La media hora final dejó muy poco en el equipo de Valverde, que aprovechó para dar más minutos y mover el banquillo. El entrenador del Barça dio entrada Sergi Roberto y Rakitic que dieron aire a Deulofeu y Aleñá, que especialmente en el primer tiempo estuvo participativo en su posición natural de interior. Además, el entrenador azulgrana dio la oportunidad en los últimos minutos a Marc Cucurella, que también se estrenó como debutante en el primer equipo del Barça.

Salva Chamorro, exjugador del Lleida Esportiu y también del filial azulgrana, tuvo un mano a mano casi al final del encuentro, pero nada cambió el marcador de la Nueva Condomina. Tampoco encontró el gol del honor Elady, que pudo acordar distancias después de una buena jugada del ataque murcianista, pero se encontró con la buena respuesta de Cillessen. El amor propio de los de casa le hizo al Murcia acabar el encuentro volcado y Elady dispuso de una nueva ocasión clarísima para el 1-3. Su disparo a bocajarro fue despejado por un Cillessen que respondió bien las veces en las que se vio exigido.

Las dos últimas ocasiones del encuentro fueron para los azulgranas Denis Suárez y Alcácer, pero el marcador ya no se movería y el Barcelona tiene sentenciado su pase a los octavos de final, a pesar de tener por delante el partido de vuelta. Los de José María Salmerón se quedaron con las ganas, pero tendrán la ocasión de jugar dentro de un mes en el Camp Nou, aunque también deberán empezar a centrarse en su mal momento en Segunda B.