Derrota digna

El Lleida, tercero de su grupo en la Segunda división B, fue un digno rival para la Real Sociedad, un equipo de Primera división que compite en la Europa League y que tuvo que esforzarse para llevarse la victoria (0-1), en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Pese a dominar el balón durante la mayor parte del encuentro, los de Eusebio Sacristán pasaron apuros en la segunda parte, en la que el Lleida deplegó un gran juego, con un enorme derroche físico de sus jugadores, que hicieron méritos para haber logrado un empate.

Los donostiarras, con la baja de última hora de Illarra, que estaba convocado pero no viajó a causa de una gastroenteritis, dejaron en San Sebastián a varias de sus estrellas, como Odriozola, Kevin, Aritz, Zubeldia o William José. Pero saltaron al césped del Camp d’Esports con figuras como Canales, Íñigo Martínez –al que pretendía el Barcelona el pasado verano–, De la Bella, Oyarzabal y el mexicano Carlos Vela.

Fue precisamente el exmadridista Sergio Canales el gran protagonista del partido. Suyos fueron los remates de mayor peligro y suyo fue el gol que dio la victoria a la Real. Un tremendo cañonazo desde fuera del área superó la estirada de Oliveros para marcar el 0-1 (31’).

El Lleida, al que el público llevó en volandas durante todo el partido, con un incansable apoyo en cada una de las acciones, sabía que el guión no iba a ser el habitual. En la Liga suelen dominar los partidos, pero ayer les tocó ser dominados. Aunque la Real tocaba mucho la pelota, tenía poca llegada al área gracias al excelente trabajo defensivo de los locales. La prueba es que los donostiarras solamente pudieron conectar dos remates bien dirigidos en todo el partido. Y uno fue el gol que les dio la victoria.

Es cierto que el Lleida de la primera parte, tan centrado como estaba en la exigente labor defensiva, no llegó a rematar ni una sola vez durante los primeros 45 minutos. Una aproximación de Moustapha, que cedió a Nierga en el área, abortada por la sólida zaga vasca (16’), y un buen centro de Valiente que no encontró rematador (49’), fueron sus tímidos intentos para superar a Toño. La Real tan solo tuvo otra ocasión, con un buen remate de Zanuzaj, que salió fuera por poco. Al descanso se llegó con el 0-1.

Pero el Lleida de la segunda mitad fue otro. Se transformó en un equipo descarado que obligó a la Real a un exigente esfuerzo y protagonizó una excelente segunda parte. Pumar dio el primer aviso con un centro en el minuto 47 en el que la salida de Toño evitó el remate de Nierga. Joel Huertas, dos minutos más tarde, lanzó una falta y Valiente conectó un buen remate que Toño envió a córner.

La afición vibraba como nunca y la Real sabía que necesitaba otro gol. Lo intentó Canales con un remate desviado (53’), un minuto antes de que Mousa protagonizara una gran jugada en la que se marchó de tres rivales y su centró lo desvió a córner De la Bella. La Real pudo marcar en sendos remates de Juanmi y Canales, mientras que Jorge Félix obligó a lucirse a Toño (73’). Al final 0-1, derrota digna y a esperar la vuelta en Anoeta.