Tablas en el derbi

Se preveía un gran derbi entre un Alpicat y un Balaguer que llegaban con sensaciones muy distintas, y el partido no defraudó. En los de la Noguera se estrenó Jordi Belló como entrenador tras la dimisión de Edu March y el equipo mejoró. Al final, reparto de puntos con un final vibrante donde cualquiera pudo ganar (1-1).

El primer tiempo comenzó con dos acciones de peligro por parte del Alpicat. Un potente disparo desde la frontal de Juanjo en el minuto 2 que no encontró portería y en el 6, con una buena acción de Vendrell dentro del área que cedió el balón atrás pero Patrick remató por encima del travesaño. A pesar de este buen inicio, Jordi López se vio obligado a efectuar el primer cambio en el minuto 13, a causa de unas molestias de Vendrell, que cedió su lugar a Juanan.

En líneas generales, y a pesar de que ambos conjuntos llegaban a las áreas, hubo muy pocas ocasiones en la primera mitad. Las más claras fueron para el Balaguer, primero la tuvo Genís en el minuto 28 con un potente disparo lejano y diez minutos más tarde Marc Sánchez también puso en aprietos a Crisos.

Hasta que en el minuto 41, con una jugada de estrategia se adelantó el Balaguer. Genís colgó una falta lateral al segundo palo para que Joan Martínez rematase de cabeza al fondo de la red (0-1). Justo antes del descanso tuvo lugar una de las acciones clave del encuentro. Marc Sánchez, que ya había visto una amarillo en los primeros minutos de partido, veía la segunda y dejaba a su equipo en inferioridad para toda la segunda parte. El Balaguer había sido mejor pero esta expulsión le penalizó demasiado.

Al poco de comenzar la segunda mitad, un intenso Alpicat logró empatar por medio de Traguany, que aprovechó un rechace tras un saque de esquina (1-1). Los hombres de Jordi López llevaban una marcha más y creaban mucho peligro por la banda derecha de Niso, que había entrado en el descanso tras una larga lesión. Albert Martí y Caste hicieron lucirse a Alfred. Pero tras este inicio fulgurante de los rojillos, el Balaguer empezó a generar peligro a la contra y a pesar de su inferioridad numérica, los discípulos de Jordi Belló, comandados por un gran Genís, tuvieron ocasiones para lograr la victoria. Al final, en un partido que podría haber ganado cualquiera, reparto de puntos que no supo mal a nadie.