CICLISMO INSTALACIONES
Campeones en precario
El grupo de ciclistas que entrena en el arcaico y deteriorado Velòdrom ha cosechado 77 medallas de Catalunya y España en los últimos 3 años || Reclaman una pista digna para seguir creciendo
Campeones pese a las dificultades y unas instalaciones obsoletas. El grupo de 24 ciclistas, desde los 6 años hasta los séniors, que se entrena habitualmente en el deteriorado y sucio velódromo del Camp d’Esports ha cosechado en los últimos tres años un total de 77 medallas entre Campeonatos de España y de Catalunya de pista. Algunos de ellos como los júniors Maria Banlles, que ha acumulado 32 de las 77 medallas, y Alfred Bonastre, que ha sumado 18 desde 2015, apuntan a figuras y quien sabe si son futuros olímpicos como lo fue el referente leridano de este deporte, Sergi Escobar, el doble bronce olímpico que aún utiliza también el Velòdrom con un grupo de triatletas.
Parte de culpa de estos éxitos la tiene el técnico de la Federación Catalana de Ciclismo, Ramon Simó, que lleva mucho tiempo reclamando “unas instalaciones en consonancia con los resultados”. En 2015, este grupo de corredores que, en su mayoría son de categorías de formación, logró 16 podios entre Catalanes y Estatales, el pasado año fueron 19 y en este 2017 la temporada se ha cerrado con un botín espectacular de 42 medallas. En total, las 77 mencionadas en tan solo tres años. Ningún deporte en Lleida ha conseguido tanto en tan corto espacio de tiempo. “A pesar de los títulos y medallas de España y de Catalunya conseguidos por Maria Banlles, Alfred Bonastre, Albert Massana, Àlex Lladonosa y Joan Banlles el ciclismo en pista de Lleida no consigue que las instituciones apuesten por este deporte con la construcción de una instalación digna”, señala Ramon Simó. El técnico reitera, como ya ha hecho en diversas ocasiones, que “las instalaciones actuales están totalmente deterioradas y no solo el velódromo sino también los equipamientos que son propios de un país tercermundista. En material por ejemplo, hay bicicletas estáticas en el gimnasio que tienen 50 años”, denuncia Simó.
La Paeria hace limpieza y acondicionamiento básico periódicamente, pero resulta insuficiente
La instalación, que consta de una longitud de 250 metros por 6 de ancho y en su interior dispone de una pista básica polideportiva, se remodeló en 2004 con una inversión de 80.000 euros tras ganar los dos bronces olímpicos Sergi Escobar.
Periódicamente, la Paeria hace actuaciones de limpieza y acondicionamiento básico –la última actuación data de julio pasado– que consiste en retirar las hierbas y matorrales que crecen en la pista, pero el problema lejos de resolverse se eterniza.
Vandalismo y botellón contribuyen al deterioro del equipamiento Una instalación en su día tan emblemática como el Velòdrom se encuentra desprotegida y, al margen de su deterioro, es foco frecuente de actos de vandalismo y botellón. La Guardia Urbana incrementa la vigilancia en esta y otras zonas de la ciudad con este mismo problema, pero es difícil controlarlo. Frecuentemente pueden verse restos de botellas, algunas de ellas rotas, latas de bebida y suciedad diversa como consecuencia de estos actos de botellón.