Emili Alzamora: «Tuvimos la suerte de no ver la salvada en directo»
Reconoce que “este año ha tenido que ir muy al límite y esto le ha hecho tener que salvar muchas caídas, pero siempre saca esa magia”
Qué pensó cuando Marc salvó una caída segura en Cheste cuando iba primero?
La suerte que tuvimos en el box es que no lo vimos en directo. La primera imagen que vimos fue cuando circulaba por la grava, luego ya vimos la repetición y, claro, siempre sufres, que no tenga ningún susto en una prueba tan importante, pero Marc una vez más sacó la magia, supo mantenerse sobre la moto y al final logró el objetivo. (Se ríe) Digamos que ya estamos acostumbrados.
Es su estilo de pilotaje, que algo anormal lo convierte en normal.
Normal no es, pero este año ha tenido que ir muy al límite y esto le ha hecho tener que salvar muchas caídas. Pero tiene esa habilidad de hacerlo, aunque esperamos que en el futuro no tenga que hacerlo. Que se pueda evolucionar la moto y tener el tren de delante más seguro.
Fueron unos inicios complicados porque la Honda no iba todo lo bien que quería Marc.
Ha sido un año complicado. El nuevo reglamento de la electrónica y el nuevo motor, con una configuración diferente a la anterior, hizo que en las primeras carreras el nivel de la moto no estuviera como ha estado a partir de media temporada y al final. Esto ha sido difícil, pero Marc ha sabido mantener la paciencia y el equipo y Honda han trabajado muy bien para que la moto fuera poco a poco más competitiva. Al final, para ganar un Mundial, tienes que tener un buen pack entre piloto, moto y equipo, y creo que ha sido un buen balance.
El propio Marc ha reconocido que el primer tramo de la temporada le provocó mucha presión y estrés, y que después de Montmeló aprendió a gestionar de otra manera la situación. ¿Qué es lo que cambió?
En el primer tramo de la temporada teníamos una falta de competitividad de la moto, sobre todo en la aceleración, y también con los neumáticos, pero a partir de Mugello, Michelin ya cambió y al menos mejoramos los problemas con el tren delantero, y se empezó a normalizar todo un poco. También influyó mucho que Marc supo gestionar la presión y que Honda poco a poco supo reaccionar y evolu cionar la moto conjuntamente con el equipo técnico.
¿Cuál es el secreto de no cansarse de ganar?
El secreto es Marc, que tiene un espíritu de sacrificio, una ambición y un liderazgo que marcan la diferencia y que contagian al resto del equipo. Además del gran talento que tiene.
¿Dónde están sus límites?
Es el piloto del paddock que más busca los límites en cada circuito desde el primer segundo del entrenamiento. Eso hace que el nivel de puesta a punto sea mejor y llegue a la carrera mejor preparado. Esa es una característica que tiene, que sabe llevar la moto al límite en todos los niveles.
¿Cuándo lo vio en sus inicios, pensaba en que podía conseguir lo que ha conquistado hasta ahora?
Pues la verdad es que no. La clave ha sido comenzar un pro yecto, primero con la ilusión de llegar al Mundial, luego de ser campeón en la categoría de 125 y más tarde dar los pasos adecuados en Moto2 para llegar al final a la categoría reina. Si tengo que ser honesto, desde que lo ví me sorprendió la madurez que tenía y su inteligencia, que destacaba por encima del resto de pilotos. Y después, que tenía unos valores de trabajo y sacrificio y un talento y valentía inusuales. Todo ese conjunto lo ha ido trabajando y perfeccionando. Como dice él, siempre está aprendiendo.
¿Ha aprendido también de él?
Solo puedo decir que soy un privilegiado por tener la confianza de Marc, de haber podido trabajar todos estos años con él y de haber disfrutado tanto. Lo que admiro de él, y lo que he aprendido desde el principio, es su capacidad de esfuerzo, sacrificio y superación, y ser receptivo y saber escuchar.
¿Le da menos consejos ahora?
Cada etapa ha tenido sus necesidades y le he intentado ayudar como representante o asesor deportivo, pero está claro que Marc es un piloto profesional desde hace años y cuando más puedes ayudarle es en los momentos complicados. Entonces es cuando tienes que estar ahí para darle esa tranquilidad para que saque todo su potencial.
¿Lo ve igualando los nueve títulos mundiales de Valentino Rossi?
Como él mismo dice, hay que disfrutar del día a día y no pensar en los récords, sino en el trabajo bien hecho. Esto es la clave del éxito. Hay un piloto que con 24 años tiene seis títulos mundiales, pero como digo siempre, lo que venga, bienvenido sea. Y si vienen más títulos, será porque seguirá manteniendo la misma pasión