En caída libre

El Lleida prosiguió su racha negativa de resultados con una inapelable derrota en el Antonio Puchades de Paterna ante un Valencia Mestalla que tuvo bastante con ocho minutos de inspiración, del 72 al 80, para golear a un equipo que, tras encajar el 1-0, se desmoronó como un castillo de naipes. El Lleida suma su tercera derrota consecutiva y ha conseguido tan solo dos de los últimos quince puntos en juego. Solo ha conseguido marcar un gol en los ultimos cinco –el de Moustapha ante el Ebro fue el ultimo– y lleva tres en que no consigue mantener su portería a cero y, en cambio, ha encajado seis. Unas estadísticas horribles que hacen que el equipo se aleje de las zonas de play off tras completarse hoy la jornada.

Albadalejo planteó un encuentro a la contra, acumulando hombres en el centro del campo con una presión muy avanzada para impedir el juego de toque de los valencianos que venían de una semana convulsa con la renuncia de su técnico Lubo Penev para presentarse a la presidencia de la Federación de Fútbol de su país. Pero tras un buen inicio en que maniató a los locales –el Lleida ya llevaba seis faltas en los primeros cinco minutos–, el Valencia comenzó a llegar a la portería de Rivas aunque sin demasiada puntería. Un remate de Jordi Sánchez (9’), que luego reclamó un posible penalti en el área leridana, fue la más peligrosa ocasión de los locales. El Lleida tuvo la suya en un espectacular cabezazo de Moustapha (41’) que envió a las manos de Rivero.

En la reanudación y tras un remate de Nierga (47’) a las manos del portero del filial valencianista, los locales tomaron las riendas. Tras un paradón de Diego Rivas a un tiro de Rafa Mir que se colaba por la escuadra y un derribo al mismo jugador que pudo suponerle la expulsión a Moussa, llegó el 1-0. Un centro desde la banda derecha fue cabeceado a la red por Jordi Sánchez que ganó en el salto a su marcador Trilles. Con el primer gol el Lleida se desmoronó. Básicamente porque el equipo, tras mover rápidamente el banquillo Albadalejo, vio como llegaba el 2-0 apenas dos minutos después. Otro balón desde la derecha llegó al segundo palo. Aitor Núñez no llegó al corte y Rafa Mir de manera imparable batió de nuevo a Diego Rivas. A partir de aquí el Lleida ya no reaccionó. Empujó sí, a base de orgullo y coraje pero ya sin demasiada convicción. Y para hurgar más en la herida, otra colada por la banda derecha del ataque valenciano en una veloz contra, tras una pérdida de balón en el centro del campo azul, que ayer salio con la camiseta de la senyera, que culminó el recién entrado al campo, Fran Moreno y en el primer balón que tocó, con un remate inapelable. A partir de aquí, el resto de minutos estuvieron de más con un Lleida entregado aunque aún gozó de un último remate en un cabezazo de Jorge Félix que salió desviado.

Al final un 3-0, excesivo si se quiere para los méritos de unos y los deméritos de otros, pero que refleja el mal momento de resultados, más que de juego, de un Lleida que debe reaccionar ya antes de dilapidar las opciones que aún mantiene de cara a a la segunda vuelta.